María Cuevas: "No pierdo ocasión de presumir de dónde soy y de mis raíces"

María Cuevas Otero, licenciada en Ingeniería por la Universidad de Sevilla, es de San Roque Casco y tiene 40 años recién cumplidos.

Ya en el instituto, un interés especial por los idiomas le empujó a estudiar, además de inglés y francés, también alemán e italiano. Actualmente habla esos cuatro idiomas y un poco de sueco.

Durante sus estudios en Sevilla, la curiosidad por los campos de la tecnología y el desarrollo le llevó a hacer unas prácticas en EADS en Alemania. La experiencia fue tan gratificante que al regresar a España, María acordó con la Universidad realizar su proyecto de final de carrera en el país germano, en la empresa Audi.

Años después, y tras pasar por Daimler y Mercedes Technology Center, se mudó a Zurich (Suiza) para convertirse en jefa de área de Bombardier. Actualmente y desde hace un año, María es Directora jefa de R&D, o Research & Development, en Leica Geosystems, una empresa también internacional. Ahora mismo está viviendo de forma temporal, por trabajo, en Estocolmo. María posee un Máster M.B.A. y diversos cursos en Dirección y Liderazgo.

Entre sus aficiones se encuentra la viticultura que, según nos cuenta, le evade un poco de lo cotidiano. Está terminando el último curso de WSET (Wine and Spirit Education Trust), una formación internacionalmente reconocida y, para ella, "una experiencia interesantísima que me enriquece sumamente y amplía mis horizontes".

¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Suiza?

Vivo en Suiza desde hace unos nueve años. He vivido primero en el cantón de Zurich, cerca de la ciudad del mismo nombre. Zurich es una ciudad que me encanta. Desde hace más de un año, vivo en el Lago Constanza. El Lago Constanza, en alemán “Bodensee”, limita con 3 países: Suiza, Alemania y Austria. Es un paisaje precioso que combina las vistas de agua y montaña. Antes de venirme a Suiza, he vivido más de cinco años en Alemania (en la zona de Stuttgart), donde sigo yendo de forma bastante regular. También he vivido temporalmente y por trabajo en Montreal y Estocolmo.

Comentas que viajas habitualmente por trabajo. ¿Qué es lo mejor y lo peor de vivir con la maleta a cuestas?

Lo mejor es tener la ilusión constante de conocer otros países, personas y culturas sumamente interesantes. Además, aprendes a optimizar el equipaje al máximo. Lo peor quizás sea que en los viajes de trabajo llevo una agenda apretada y en ocasiones problemas a solucionar, por lo que dispongo de poco tiempo para otras cosas.

¿Qué llevas en tu maleta?

En mi maleta llevo ilusión y energía, ropa, mi portátil, mi teléfono móvil y mucho trabajo.

De todos los países que has visitado, ¿con cuál te quedas y por qué?

Difícil. Cada país tiene su propio carácter, con su cultura, gente y paisajes que lo hacen interesante y único. Cada uno me gusta por su variedad y  por lo que he conocido y vivido allí. Por mencionar sólo algunos ejemplos, de Suecia me resulta excepcional su capital, Estocolmo. La llamada “Venecia del norte” ofrece una combinación de arquitectura, zonas verdes y agua, que es preciosa. Me impresiona su sistema social, que también representa de alguna forma, la cultura y la forma de vida escandinava. De Australia destaco la inmensidad de sus paisajes, además del ejemplo en la conservación de la ecología, protegiendo la gran barrera de coral. Considerando además la larga influencia europea, los australianos tienen una forma de vida y de ser muy propia y diferenciada. De Japón me impresiona su cultura y su gente, su dedicación al trabajo y la tecnología, y me gusta mucho su gastronomía. De la India lo diferente que es, lo variopinta, los colores y también su gente.

¿Un sitio para vivir?

Tanto en Suiza como en Alemania me gusta el nivel y la calidad de vida. En ambos países, preciosos, me he sentido muy bien acogida e integrada, he vivido experiencias muy positivas desde el punto de vista profesional y personal, y he conocido a grandes e interesantes personas, como mi pareja, y magníficos amigos.

En Suiza, la forma de gobierno federal de sus cantones me parece muy interesante, con su democracia de consenso y sociedad multicultural. Además es uno de los países mas sanos y seguros del mundo. Destacar también el respeto que tienen los suizos por todo tipo de profesión y la importancia que le dan al balance entre trabajo y tiempo libre.

En Alemania empecé mi ya extensa vida en el extranjero y mi carrera profesional, donde he tenido experiencias enriquecedoras y positivas. Me sorprende la industria, la capacidad de desarrollo y la forma consecuente de invertir en formación, investigación y desarrollo, entre otras muchas cosas.

Tanto en Suiza como en Alemania, me impresiona la forma de trabajo y la categoría profesional de la gente y los ingenieros con los que he trabajado.

¿Te gusta lo que haces?

Soy muy afortunada de poder hacer lo que quiero y lo que me apasiona, lo que puedo conseguir junto con mi equipo y compañeros y lo que aporto a la empresa, además de las oportunidades que me ofrece de seguir aprendiendo mucho. Valoro el poder desarrollarme profesionalmente y como persona, aprendiendo mucho de los retos y oportunidades y también de la gente que he conocido y me ha acompañado durante mi vida y mi carrera profesional. Sobre todo llevo conmigo mucho de mis padres, que además de enseñarme y ser para mí un ejemplo a seguir, también me han apoyado siempre en todo lo que he hecho y en las decisiones que he tomado.

En tu caso parece que los idiomas no son un problema. ¿De dónde surge ese interés por aprenderlos?

Mi interés por los idiomas me viene desde los 4 o 5 años cuando mis padres me llevaron a la pequeña academia de Ita, en San Roque. Allí disfruté aprendiendo inglés con el método magnífico de esta profesora y comenzó mi interés por ellos, que luego continuó en la escuela de idiomas de San Roque, en Sevilla durante mis tiempos de Universidad, en Alemania, Italia, Suiza y Suecia. En estos lugares conseguí los títulos que tengo, estudiando en los ratos libres que mi trabajo me permite. Me entusiasma el poder comunicarme con gente de diferentes países en su propio idioma.

¿Cómo de importante es la formación a la hora de enfrentarte a un entorno laboral tan competitivo?

Una formación extensa y completa es crucial en cualquier entorno laboral. Éste es competitivo y se desarrolla cada vez más rápidamente. Por eso, es importante estar al día y continuar aprendiendo. En mi caso, estos factores me han ayudado mucho y los idiomas también han sido buenos aliados.

¿Qué es lo mejor y lo peor de vivir fuera de casa?

Lo mejor de vivir fuera de casa es adquirir miles de experiencias distintas y maravillosas que te ofrecen los innumerables lugares, paisajes variopintos y el conocer distintas culturas, formas de vida e incluso de trabajo. Lo peor es tener que sentir el calor que te ofrece tu familia a distancia y no poder disfrutar el día a día de todos ellos, sobre todo de mi sobrina Abril, sin olvidarme de los ratos y charlas con mi familia.

¿Echas de menos San Roque? ¿Qué es lo que más echas de menos?

De San Roque echo de menos muchas cosas y añoro el olor a sal en el ambiente. Pasear por el casco viejo, las puestas de sol desde el mirador de Los Cañones, la playa y el mar, y cómo no tapear en los restaurantes de tanta categoría que tenemos.

¿Te planteas volver?

No lo descarto, pero en cualquier caso, posiblemente sea a muy largo plazo, pues afortunadamente mis expectativas de trabajo aquí son muy buenas y el futuro lo veo prometedor. Además me gusta mi forma de vida y me he adaptado muy bien a ella. Quiero señalar que no pierdo ocasión de presumir de dónde soy y de mis raíces.

¿Qué le dirías a todos aquellos jóvenes que les resulta difícil encontrar una oportunidad en su pueblo e incluso en el resto de España?

A todos ellos les diría que sigan formándose, que tengan tenacidad y que seguro que España pronto podrá ofrecer ese puesto de trabajo que tanto les ilusiona. Pero mientras tanto, que no tengan miedo y se abran a tantos países que les acogerán con sumo gusto y que también les proporcionarán una ampliación cultural, nuevas oportunidades, numerosas amistades y, por supuesto, experiencias inolvidables.