¿Qué relación guardan el número 7 y el Ulises de James Joyce con la plaza de toros?

20 de Julio de 2018
plaza-de-toros-1
plaza-de-toros-1
Recorremos hoy, de la mano de José Martínez Téllez, presidente de Protección Histórica Linense, la historia de la plaza de toros de La Línea. El coso, declarado en el año de su inauguración (1883) como uno de los tres más grandes del mundo, tiene 59 metros de diámetro de ruedo y todavía es valorado como uno de los más seguros por sus dimensiones a pesar de ser una plaza de tercera categoría.





Pero esta no es la única singularidad de la plaza linense. "Su arquitecto, el ecijano Adolfo del Castillo Escribano, era masón y a lo largo de todo el proyecto encontramos datos que nos apuntan al número 7, muy ligado a la simbología de la masonería. Dan cuenta de ello el hecho de que se creara con 49 lados, de que la distancia entre el muro principal y el interior sea de siete metros, o que en el dibujo original se habilitara un espacio para 7.000 espectadores y se levantaran siete filas", comenta el historiador, que lamenta que por decisión errónea de los arquitectos de aquel momento (año 1973) las dos filas superiores, construidas en madera, fueran derribadas en lo que se presentó como una obra de mantenimiento y conservación.

El edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), también es protagonista en la novela más famosa editada en Irlanda: el Ulises, de James Joyce. Su protagonista, Molly Bloom, nombre de un famoso bar conocido por todos en La Línea, relata en el último capítulo del libro cómo asistió a una corrida de toros en la plaza linense.

En nuestro próximo artículo os hablaremos de dos de los edificios industriales más singulares de La Línea.