El número 28 de la calle Sol, ejemplo típico y casi único de la arquitectura burguesa de ladrillo visto

21 de Agosto de 2018
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Nos damos un paseo esta mañana por el centro de nuestra ciudad para acudir hasta el número 28 de la calle Sol. Allí nos encontraremos con un edificio de ladrillo visto, testigo de la arquitectura tradicional burguesa de principios del siglo XX.

La importancia de este inmueble tiene que ver con su fachada, tanto por su composición como por el uso de ladrillo visto en su totalidad, lo que la convierte en uno de los pocos ejemplos que quedan en la ciudad del uso de este material para su construcción.

Este edificio residencial que los expertos sitúan entre finales del siglo XIX y principios del XX se compone de dos plantas y una azotea. Además de la fachada, en la planta primera se observa un ritmo de vano macizo atípico en la zona, con mayor preponderancia de los huecos sobre los elementos ciegos.

Los balcones incluyen rejería con decoración vegetal en formas de acanto que, desgraciadamente, está muy oxidada. El cuerpo inferior de la fachada está muy deteriorado debido a la implantación en su momento de un local comercial. Esta planta baja funciona desde el punto de vista compositivo como zócalo de la primera, al estar aplacada íntegramente en piedra. Solo se conservan dos vanos (uno cegado), rematados por arcos rebajados.

Esta vivienda unifamiliar adosada recuperaría todo su esplendor con la recuperación y restauración de su fachada y la eliminación de los elementos discordantes originados como consecuencia de la implantación de un local comercial en la planta baja.