Concluimos hoy nuestra conversación con José María Guerrero, concejal de Patrimonio Histórico, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Estepona, quien nos explicó en un artículo anterior cómo se llevó a cabo la rehabilitación del centro histórico de la ciudad en siete años. En esta segunda charla, Guerrero habla de las similitudes entre La Línea y Estepona, sus potencialidades, y anima a los linenses a que inicien el mismo camino y se impliquen en el futuro de su ciudad.
“La particularidad que compartimos tanto Estepona como La Línea es el hecho de ser enclaves privilegiados, con sierras a nuestra espalda, y el Estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo y el Océano Atlántico a apenas unos minutos. Su centro histórico también está volcado al mar y a la playa y eso es muy valorado por el turista. La Línea de la Concepción tiene inmuebles protegidos que podrían incorporar hoteles del tipo boutique que se convertirían en generadores de economía y de motor para la recuperación del casco histórico de la ciudad”, explica el concejal.
En su opinión, todas las recuperaciones de los centros históricos de Andalucía son y pueden ser motores para la economía, y La Línea debe conseguirlo, más aún teniendo focos turísticos tan cerca de la ciudad como son Málaga y Cádiz, con núcleos de población y recepción de turistas; o Gibraltar, donde cada día desembarcan centenares de turistas y posibles clientes.
“Pero para llegar a eso hay que crear una red que de servicio a esos clientes, una red gastronómica, cultural en torno a ejemplos como el museo Cruz Herrera o los parques. La Línea es conocida por sus gentes, por su gastronomía. Solo falta tener un poco de inversión y concienciar a la ciudadanía. La sociedad linense necesita reforzarse a sí misma y a su ciudad y esa tarea tiene que hacerse bajo el paraguas de una normativa y de un gobierno que inicie este trabajo”, añade.
“Cuando accedimos a la alcaldía -continúa_ nos encontramos con una deuda superior a los 300 millones de euros, en bancarrota. No fueron tiempos sencillos, hubo mucho trabajo y muchas dificultades, pero poco a poco se fue equilibrando el presupuesto municipal y eso nos permitió hacer inversiones. Y no hablamos de gastos, sino de invertir en la ciudad. La calle que se arregla se queda arreglada, los árboles que se colocan en un parque lo mejoran y atrae a los visitantes”.
Sin embargo, liderar este proceso incluye también una parte fundamental: implicar de manera activa a la sociedad civil en el futuro de su ciudad. “Una autoestima más elevada provoca que la ciudadanía se sienta orgullosa de su municipio”, concluye José María Guerrero.
“Recuperar el centro histórico exige crear una red de servicios en torno a la cultura y a la gastronomía e implicar a la ciudadanía”
24
de Agosto
de
2018
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