Los héroes y heroínas de las chozas y las barracas

Francis Mena
Periodista
08 de Diciembre de 2018
ff184f8b-0426-49b1-956c-837ae79ca070
ff184f8b-0426-49b1-956c-837ae79ca070
La investigadora madrileña Beatriz Díaz recorre estos días la comarca que es, a la vez, campo de estudio y un lugar en el que guarda recuerdos. La gente del Campo de Gibraltar es protagonista de dos libros, dos caras de una misma moneda de tiempos difíciles y de héroes y heroínas: ‘Con cuatro tablas y cuatro chapas: vivir en barracas’, presentado en La Línea, y ‘Muros de piedra y techo de castañuela: vivir en chozas’, que se presenta en Castellar, Tarifa y Facinas.

Todo comenzó con una investigación que le fue encargada en 2013 sobre tipos de viviendas en la comarca hasta los años, entonces esta madrileña vivía en Tarifa por motivos familiares. Después de recopilar documentación gráfica, realizar entrevistas y bucear en la historia y en la memoria oral de la zona decidió que las historias que salían de su estudio merecían la pena ser publicadas.

En sus dos libros Díaz relata cómo lavaban, dormían, cocinaban y, al final, cómo eras esas vidas en esas construcciones artesanales y humildes hechas con las propias manos de sus habitantes. “Uno de mis objetivos era reconocer y redignificar a esas personas que vivían en barracas o en chozas, porque han caído en el olvido o han sido criminalizadas, cuando lo que hacían era sacar a su familia adelante y los que tenían que sentir vergüenza no era ellos sino otros”, declara la escritora e investigadora Beatriz Díaz sobre la vida de gente que considera “héroes y heroínas”. “Les digo a todos ellos que se pongan medallas y se sientan orgullosos de lo que hicieron”, añade.

La escritora también ha querido dar peso, porque realmente lo tenía, a la figura de la mujer. “La importancia que tuvo en este entorno fue enorme; tenían que dar a luz en chozas, debajo de un chaparro, cuidar de los niños, de la casa, que muchas veces ellas mismas construían, y hasta trabajar fuera del hogar en muchos casos. Todo eso en unas condiciones muy difíciles”, explica Díaz. En los libros hay historias y caras reconocibles de las localidades que relatan sus historias y también hay lugar para la experiencia personal de su autora.



En zonas más urbanas, como Algeciras y La Línea de la Concepción, la construcción eran barracas de chapas y tablas; mientras que en zonas rurales como Castellar, Tarifa o Facinas, la vida se hacía dentro y entorno a las chozas de piedra y castañuela. De ahí los títulos de estos libros.

Beatriz Díaz proyecta otro trabajo que se antoja interesante y necesario sobre los maestros ambulantes, hombres que por su cuenta viajaba de pueblo en pueblo para enseñar a los niños de aquellas zonas rurales y que en muchas ocasiones lo hacía a cambio productos del campo con los que alimentarse.

Después de presentar ‘Con cuatro tablas y cuatro chapas: vivir en barracas’ en La Línea, en un acto que resultó muy interesante, presenta su trabajo ‘Muros de piedra y techo de castañuela: vivir en chozas’ este sábado a las 18:00 horas en la sala de exposiciones Iglesia Divino Salvador, en el Castillo de Castellar de la Frontera.