Los petardos, una tradición de la que cuidarse

25 de Diciembre de 2018
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Los petardos y similares son ya tan tradicionales de estas fiestas navideñas como los polvorones o las comidas familiares. Una práctica que conlleva importantes riesgos para la seguridad y la salud. Por ello, Emergencias 112 en Andalucía ha iniciado una campaña de información para el uso seguro y responsable de los materiales pirotécnicos ya tradicionales en estas fechas. En la comarca se gastan miles de euros en petardos, cohetes y bengalas de diferentes tipo, y son muchas las tiendas especializadas que durante estos días se llenan de clientes.

“Antes de usar el material pirotécnico recuerda que no es un juguete. Si los empleas, hazlo de forma responsable y prudente”, asegura el 112 antes como encabezamiento de una serie de recomendaciones que los expertos consideran fundamental para evitar accidentes. Una de estas tiene que ver con la edad de los usuarios, ya que el material pirotécnico se clasifica en función de la edad: está totalmente prohibidos para menores de 12 años, los materiales pirotécnico de clase 1 (bombitas, bengalas, voladores…) son a partir de 12 años; los de clase 2 (ruedas, tubos silbadores, tracas…) para mayores de 16 años; y los de clase 3, sólo para mayores de 18 años. “Nunca dejes solos a los menores con el material pirotécnico”, recuerda.

Las recomendaciones que realiza Emergencias 112 tienen como objetivo evitar que un petardo pueda dejarle huella de por vida a los usuarios y evitar lesiones de oído, amputaciones de dedos y quemadoras. La Junta de Andalucía, a través del 112 Andalucía, recomienda “comprar en establecimientos autorizados para garantizar la calidad del producto y la seguridad”, “leer las instrucciones y respetar las normas de uso y la distancia de seguridad”, “no guardar el material en los bolsillos”, “explotarlos siempre en la calle, al aire libre”, “nunca deben lanzarse cohetes y petardos contra personas ni animales” y “no encender el material pirotécnico aguantándolo en las manos, hay que colocarlos en el suelo y lejos de la cara”.

Uno de los accidentes más habituales relacionados con la pirotécnica ocurre cuando un petardo no enciende y los usuarios van a cogerlo creyendo que ya no van a explotar. En caso de que no se encienda, los expertos recomiendan esperar al menos media hora y mojarlo con agua.

En caso de quemadura hay que lavar la superficie afectada con agua fría y evitar aplicar pomada. En caso de emergencia, llamar al 112.

Asociaciones y Ayuntamientos contrarios. 

Han sido muchos los ayuntamientos que en los últimos años han emitido un bando o normas para prohibir el lanzamiento de petardos en las calles con multas para el usuario del material pirotécnico. En Andalucía hay muchos y cada año se suma alguna localidad más. No es una medida sencilla, ya que es difícil de controlar.

Por otro lado, son muchas las asociaciones que cada año se quejan de una práctica que consideran molesta, especialmente para niños y personas con ciertas discapacidades. El ruido de las explosiones llegan a ser muy perjudiciales para colectivos altamente sensibles como personas con trastorno del espectro autista (TEA), Síndrome de Asperger, Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y Personas Altamente Sensibles (PAS), entre otros.

También muy contrarias a los petardos y otros materiales pirotécnicos son las asociaciones animalistas o protectoras de animales, que llevan años criticando esta práctica que, entienden, hacen sufrir a las mascotas y animales callejeros.