La investigación se inició cuando los agentes recabaron información sobre la existencia de un inmueble, ubicado en el municipio, donde se estarían almacenando grandes cantidades de hachís que posteriormente eran transportadas hasta otros puntos de la geografía española, en cantidades menores, mediante turismos.
En una de las vigilancias realizadas se localizó un vehículo sospechoso de transportar sustancia estupefaciente que, al tratar de ser interceptado, trató de darse a la fuga realizando maniobras temerarias que pusieron en peligro la integridad de los agentes, quienes pudieron evitar la colisión de los vehículos.
En el operativo activado, en el que participaron más unidades de apoyo, se localizaron en un camino cercano dos coches robados en cuyo interior se encontraban un total de 722 kilogramos de hachís repartidos en 22 fardos de arpillera.
Finalmente, los investigadores localizaron y detuvieron al conductor del turismo que había tratado de huir, al tiempo que pudieron identificar a otras dos personas más, miembros de la misma organización, sobre las que se están haciendo las gestiones necesarias para su localización y detención.
Segunda fase: 524 kilos tras un armario
Tras esta primera intervención, los agentes prosiguieron con la investigación para la localización del lugar de procedencia de los vehículos recuperados y comprobaron la existencia de un inmueble, situado en las inmediaciones, que era utilizado para el almacenaje de hachís.
Los investigadores realizaron un minucioso registro en la vivienda y localizaron, tras un armario, un zulo perfectamente construido y camuflado en cuyo interior se almacenaban un total de dieciséis fardos de hachís que arrojaron un peso aproximado de 524 kilos.
La operación se ha saldado con un total de 1.246 kilos de hachís intervenidos y la detención de dos individuos como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
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Estudiante adulto.
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