Ayuntamiento y comerciantes del Ingeniero Torroja acuerdan no celebrar Tosantos

02 de Octubre de 2020
REUNION TO SANTOS
REUNION TO SANTOS

Tosantos en la plaza de abasto, otras tradición algecireña que se interrumpirá en este 2020 por el coronavirus. El teniente de alcalde delegado de Mercados, Sergio Pelayo, ha mantenido una reunión con el presidente del mercado Ingeniero Torroja, Fernando García, para alcanzar un acuerdo consensuado en torno a la tradicional Noche de Tosantos que se celebra el 31 de octubre.

Una fiesta arraigada en la ciudad y que en los últimos años incluso había ganado en afluencia a pesar del avance del Halloween. Lo que la fiesta anglosajona no había conseguido -era fácil ver a personas, sobre todo niños, disfrazadas alrededor de los puestos de la plaza- lo ha hecho el COVID-19. Pelayo ha explicado que "dada la gran cantidad de personas que tradicionalmente se reúnen en torno al mercado durante la tarde-noche del día 31 de octubre y ante el peligro que ello supone por el riesgo sanitario provocado por el coronavirus, Ayuntamiento y asociación acordaron la no celebración de esta jornada".

Pelayo que "Tosantos es una de las señas de identidad de la ciudad de Algeciras" y aseguró que ambas partes están trabajando para que, si bien no habrá una celebración multitudinaria como todos los años, sí haya un homenaje a esa jornada festiva en los puestos del mercado, de tal manera que los algecireños podrán comprar durante la mañana del sábado 31 los típicos productos de temporada que tradicionalmente se venden en esa fecha.

En Algeciras, este mercado se instaló a finales del siglo XVIII y principios del XIX en la zona que hoy conocemos como calle Castelar, que era la de más fácil acceso para acercar los productos procedentes de las huertas que se ubicaban junto al Río de La Miel. Muchos de los productos que se ponían a la venta procedían de fuera de la ciudad, puesto que no se cultivaban aquí, por lo que los ciudadanos acudían en gran número atraídos por esas mercancías que no encontraban de manera habitual. Con el paso de los años, la tradición no solo se mantuvo, sino que fue creciendo y transmitiéndose de padres a hijos, generación tras generación, y hoy en día, la visita al mercado de abastos en la tarde noche del 31 de octubre sigue siendo de obligado cumplimiento para miles de algecireños. Este año no podrá ser.