El mundo, en vilo. Seguidores de Donald Trump han asaltado el Capitolio de Estados Unidos, en Washington, donde el Congreso se disponía a ratificar al demócrata Joe Biden como presidente tras su victoria en las últimas elecciones presidenciales. Varios políticos han tenido que ser evacuados y ya se habla de heridos de gravedad tras la entrada de radicales al edificio.
Espoleados por las continuas acusaciones de Donald Trump de fraude electoral, miles de personas se han concentrado frente al Capitolio de los Estados Unidos, donde se votaba la presidencia de Biden en una sesión que ha tenido que ser suspendida cuando decenas de radicales, seguidores del actual presidente, han accedido al interior del edificio.
"No cederemos nunca, nunca concederemos", aseguró Trump en Twitter esta misma mañana a miles de manifestantes congregados en el exterior de la Casa Blanca. Tras el asalto, el presidente volvió a usar la red social para afirmar: "Les pido a todos en el Capitolio que se mantengan pacíficos. No violencia. Recuerden que somos el partido de la ley y el orden, respeten la ley y a nuestros hombres y mujeres en azul. Gracias".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que sigue "con preocupación las noticias" sobre el asalto al Capitolio en Washington, a la vez que ha mostrado su confianza en "la fortaleza" de la democracia de EEUU y en que la nueva presidencia de Joe Biden "superará la etapa de crispación".
Manifestantes a favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han retirado las vallas que rodean el Capitolio y han logrado ingresar en el edificio, en plena sesión de ambas cámaras del Congreso para certificar la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las elecciones del 3 de noviembre.
Los manifestantes, que han llamado "traidores" a los agentes, han atravesado el perímetro del Capitolio momentos después de que haya comenzado la sesión conjunta del Congreso del país estadounidense para certificar la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las elecciones del 3 de noviembre.
Algunos de ellos se han enfrentado a la Policía, mientras que varios agentes han hecho uso de gas pimienta para intentar dispersar a la multitud, según ha informado la cadena de televisión CNN.