"Algo es algo". Hermanos cofrades de la Hermandad del Silencio de La Línea se consolaban hoy en la puerta de la parroquia San Pío X en este Lunes Santo en el que sus imágenes titulares han vuelto a quedarse sin procesionar por la calles de la ciudad.
La pandemia de COVID-19 ha dejado, por segundo año consecutivo, las calles vacías de tronos y palios, sin olor a incienso, cornetas ni tambores. Sin embargo este año, con mucho más tiempo de reacción, las hermandades han previsto la exposición de las imágenes titulares a sus fieles. "Es un paso cualitativo grande respecto al año pasado, que no pudimos hacer ninguna actividad porque la pandemia nos cogió de imprevisto. Este año sí se que ha podido planificar estos actos y dentro de las circunstancias actuales es lo único que se puede hacer", explica a este medio Jorge Bermúdez de Castro, hermano mayor del Silencio. La Hermandad de San Pío ha previsto para esta jornada todas las medidas de seguridad indicadas por las autoridades, como el control de aforo y la disposición de geles hidroalcohólicos.
Devotos y feligreses se han asomado a lo largo del día por la capilla en la que descansan el Cristo de la Esperanza, María Santísima de la Concepción y San Juan Evangelista, acompañándoles con sus rezos y oraciones. A las 19.00 horas hay prevista una misa y a las 21.30 concluirá la jornada del Lunes Santo con una exposición eucarística.
"Esto es como si hoy hubiese llovido, y nos quedamos en el templo. Un año de agua y no se puede salir. Así para adelante. Ya saldremos otro año", apunta Bermúdez De Castro que aprovecha para enviar un mensaje de ánimo a todos los compañeros cofrades. "El triduo pascual se va a celebrar, Jueves, Viernes y Sábado Santo, Domingo de Resurrección están ahí. Las parroquias van a estar abiertas este año para los oficios, así que hay que seguir aprovechando, venir y visitar las capillas porque las imágenes estarán engalanadas y expuestas y hay participar".
