Numerosos vecinos de Palmones y plataformas y colectivos sociales se han concentrado este viernes, vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente, formando una cadena humana a lo largo del paseo del río Palmones para mostrarse en contra de las nuevas ampliaciones de combustibles fósiles que se plantean en la Bahía de Algeciras. Los convocantes cifran en cerca de 1.000 las personas participantes. El portavoz del grupo municipal socialista, Daniel Perea, y la parlamentaria andaluza Ángela Aguilera, han sido algunos de los políticos que han secundado este acto de protesta, al que se han sumado otros miembros del PSOE barreño y Podemos, reivindicando una "justicia climática" y "una transición ecológica justa" para esta zona.
"Estamos en posesión de la verdad, y sobre todo de la libertad que tenemos al levantar la voz y concentrarnos para decirles a todas las administraciones públicas que quieren permitir que vengan estas industrias, decirles que Palmones dice no", ha destacado el presidente de la asociación de vecinos Bahía de Palmones, Juan Manuel Ramírez Tocón, en la lectura de un manifiesto en el que ha señalado la oposición de un gran cantidad de vecinos y colectivos al planteamiento de dos proyectos concretos: una planta de gestión de residuos de buques en una zona marítimo terrestre junto a Acerinox y la implantación de una planta de gas natural licuado (GNL) junto a las instalaciones portuarias de Palmones, en concreto, en los terrenos de la antigua central térmica.
Según ha explicado el presidente de la AAVV Bahía de Palmones, la planta de residuos atendería a los más de 3.5000 barcos que llegan mensualmente a la Bahía, "lo que sería unas 543 mil toneladas que van a manipular de los residuos de todos los barcos. Vamos a estar tomándonos una cañita y una tapita en cualquiera de las terrazas de Palmones pero oliendo muy mal, y no hay derecho". Demandan que esta instalación se ubique en otro lugar y los que existen en otros puntos de la cosa "modernizarlos, buscar otras soluciones".
Respecto a la implantación de una planta de gas natural licuado, aseguran que "es un combustible fósil más, en el que en su fabricación está presente la cadena del carbono y la emanación de metano a la atmósfera. Una bomba de relojería", han concluido.