Muere Andrés Avelino, el cura obrero de Pescadores

21 de Septiembre de 2021
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El movimiento asociativo del Campo de Gibraltar llora hoy la muerte de Andrés Avelino González, conocido como el cura de Pescadores. La noticia, conocida en la mañana de este martes, 21 de septiembre, ha causado conmoción y una honda tristeza en cuantos conocieron y trabajaron con este sacerdote ligado a la mar, conocido por su gran compromiso social y por la intensa labor que desarrolló durante años atendiendo a los más desfavorecidos, especialmente a la población migrante.

"Aunque llevaba ya algunos años más retirado, la suya es una pérdida muy grande para el movimiento social, en Algeciras y la comarca se le va a echar mucho de menos", comentaba a 8Directo el presidente de la coordinadora Alternativas y la Fundación Márgenes y Vínculos, Paco Mena, poco después de conocer la triste noticia. "Era una persona irrepetible, con un compromiso social enorme, que nunca le decía que no a nadie, y que ayudó a muchísima gente, especialmente en los años más duros de la inmigración irregular en el Estrecho", recordó.

El cura Andrés, que también fue albañil, pescador y profesor, se jubiló como párroco en 2016, después de haber tenido que vivir con tristeza el cierre de la Casa de la Esperanza, en la que acogió a infinidad de personas. Aunque no había nacido en Algeciras, sino en Burgos, en el municipio de Robredo de Sobresierra, era un algecireño más después de haber vivido más de 40 años en la barriada de Pescadores.

Así lo recordaba también esta mañana el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, que ha trasladado su pesar, tanto a título personal como en nombre y representación del Ayuntamiento, por el fallecimiento del que fuese durante décadas párroco de San Pedro y San Francisco Javier. Landaluce ha destacado de Andrés Avelino "su intenso compromiso social, que nunca abandonó y compatibilizó con su ministerio pastoral. Se dedicó en cuerpo y alma a ayudar a quienes más lo necesitaban, no solo en su barrio y su feligresía, sino que se convirtió en un importante apoyo para quienes llegaban desde otros países empujados por la necesidad”.

“El trabajo con los inmigrantes y la gestión de la casa de acogida La Esperanza, anexa a la parroquia, centraron su trabajo, y eso le valió la gratitud de muchos, así como el reconocimiento de la ciudad, lo que se materializó en la concesión por parte del Ayuntamiento de la Medalla de la Palma en el año 2008”, ha recordado la primera autoridad municipal. “Todos sentimos su marcha, especialmente quienes le conocimos bien y tuvimos la suerte de participar el 26 de junio de 2018 en la Parroquia de la Santísima Trinidad en la Eucaristía que sirvió como despedida de su sacerdocio. Por ello enviamos a sus familiares, amigos y compañeros en el Presbiterio nuestro abrazo más sentido en estos momentos de tanto dolor”, finaliza el alcalde en un comunicado.