Alejandro Sanz deja ver su lado más personal e íntimo en su nuevo tema Bio. No necesita mucho: voz, piano, cuerdas y acústica. "Soy el hijo de María y de Jesús, la de Alcalá y el de Algeciras", se presenta el artista.
Cada palabra que desliza en versos es un puñal clavado que forma parte de su historia. Más humano que nunca. Su recorrido como artista, pero ante todo persona, en estos 30 años. Confiesa que fue la música quien lo salvó.
"Sabía que era la música lo que me sacaría del lodo..., y de repente me vi subiéndome a un escenario, gente que no conocía, mis cancioncillas cantando...". Alejandro Sanz, humilde, sincero y apasionado de la música.
Recita los primeros versos como si de un poema se tratara, y es que se declara en este tema un amante de la poesía, como demuestra al inicio de la canción con el ritmo que emplea.
El madrileño pero andaluz de corazón desnuda su alma en esta canción. Describe momentos de su vida que marcaron un antes y un después, su adolescencia, su familia, ser el "rarito" de clase. "En la pizarra cualquiera me hacía chiquito al burlarse".
"Mi padre cantaba en un grupo. Mi madre luchaba en la casa. ¿Cuántas veces la vi llorando porque perdía la batalla?", se sinceraba en sus versos.
Se despide y desde lo más profundo agradece un soplo de verdad, deja de lado las mentiras y las apariencias.
Hace tan solo unos días que el artista había sido reconocido con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, algo que el artista nunca había imaginado. Su sueño, desde siempre, fue subirse a un escenario: "Soñé con la música, con subirme a un escenario… pero nunca soñé con tener una estrella de la fama en Hollywood".