El pueblo de La Línea, el barrio de Santiago-Conchal-Castillo, no ha faltado a su cita de este Miércoles Santo con el Señor de Medinaceli y la Virgen de la Trinidad, quienes un año más han levantado una desbordante emoción y devoción entre cientos de files. Era lo esperado, lo corriente, más todavía tras la interrupción de estos últimos años por la pandemia de COVID-19. Había ganas de reencontrarse con ellos.
No cabía un alma más en los alrededores de la parroquia de Santiago Apóstol. Pequeños, jóvenes, mayores, en grupos de amigos, en familia, bebés en brazos, en sus carritos, ancianos en sillas de ruedas, con el tacataca, promesas descalzadas y ojos vendados. En las ventanas, en los balcones, en las azoteas. Subidos al contenedor de la basura. "Acabo de salir del trabajo, justo a tiempo para verlo salir", espetaba un peón a un grupo de señoras que se apegotaban aún más para inventarle un hueco.
Eran cientos y cientos, agolpados, pero sintiendo como una sola persona. El tumulto y alboroto se hizo silencio con el primer crujío de la puerta principal de Santiago, que abría sus hojas puntual para dar paso a los más de 500 hermanos nazarenos de esta hermandad, Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad (Medinaceli). Como una legión de seguidores, un ejército devoto, se alzaron al cielo cientos de teléfonos móviles cuando, al sonar el himno nacional, el paso de misterio de Jesús Cautivo Medinaceli comenzó a asomar por el pórtico de entrada. Los aplausos y el llanto eran ya incontrolables. La primera chicotá de Medinaceli, majestuosa. Su primera levantá, por las víctimas de la pandemia y los enfermos de cáncer. La primera chicotá de Trinidad, brillante, elegante, preciosa. Su primera levantá, por los que cada Miércoles Santo acompañan a esta hermandad
Así, nazarenos con sus cirios, otros portando al hombro una cruz de madera, mantillas, acólitos y un mar de promesas han arropado al "Rey de La Línea", como le han gritado durante su recorrido por las calles del barrio de Santiago. Tras callejear por estos rincones junto a Trinidad deslumbrante, y con una parada especial en la Comisaría del Cuerpo Nacional de la Policía, hermano mayor honorario de esta hermandad, estas imágenes titulares han continuado su recorrido hasta el centro de la ciudad, engrandeciendo desde las barriadas la Semana Santa de La Línea. Hoy, Miércoles Santo, San José (Oración y Amor), Junquillos (Abandono y Mayor Dolor) y Santiago (Medinaceli y Trinidad) han hecho más grande esta Semana de Pasión.