Morante, Talavante y Galván se reparten tres orejas en Las Palomas

24 de Junio de 2022
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Manolo Sotelino/EFE

El diestro David Galván echó hoy a perder por culpa de la espada un triunfo sonado en Algeciras y pasó de poder cortar tres o cuatro orejas a solo una, el mismo balance que cosecharon Morante de la Puebla y Alejandro Talavante.

Lo mejor de la tarde llegó en el tercero, un toro importante que se movió mucho y bien. Y Galván lo vio pronto, de ahí que, tras brindar al público y después también de una preciosa apertura por alto, pusiera la plaza a favor de obra en el toreo a derechas, bajándole la mano para sacarle el estaquillador por debajo de la pala del pitón.

Gran toro que supo cuajar el joven torero gaditano, que también brilló por naturales con el toro sin cesar de embestir. En definitiva, una gran faena de mucha emoción por la casta y la bravura que demostró el toro y la buena disposición del torero. 

Hubo petición de indulto que ni se cuestionó la presidencia, y Galván acabó emborronándolo todo tras pinchar en reiteradas ocasiones. Qué pena.

El que cerró la corrida no se empleó nunca. Galván tuvo mucho mérito al hacerle frente a pesar de que el de El Torero iba a su aire. Maciza faena del joven espada, muy por encima de su oponente y logrando algunos muletazos muy dignos. Finalmente lo malogró todo de nuevo con la espada. Orejita.

La tarde comenzó con una ovación cerrada a Morante en reconocimiento al esfuerzo de estar al pie del cañón en Algeciras después de la reciente muerte de su padre, por el que llevó un brazalete negro en señal de luto. 


A.Carrasco Ragel/EFE.


Su primer toro cumplió tanto en el caballo como en banderillas. Por alto y con un trincherazo inmenso inició la faena Morante, que, tras encontrar los terrenos apropiados para refugiarse del viento de poniente que molestaba en el ruedo, logró una serie en redondo muy templada y de perfecta ejecución. 

Notable colocación del sevillano, muy de verdad también al natural, tratando de alargar la embestida. Pero fueron cositas aisladas dentro de una faena que quedó en el disparadero, y que finalizó de un feo bajonazo.

En el cuarto dejó Morante un bonito quite por chicuelinas. El toro mostró cierto peligro sordo, pero el torero cigarrero brindó al público y abrió faena con la izquierda al hilo de las tablas. Fue la antesala a una labor sólida en la que apretó mucho el toro en los medios y en la que brilló por naturales ante un astado mansurrón que, en cuanto se notó podido, trató de irse a las tablas.

Pero Morante prosiguió con la izquierda robándole pases y molinetes con sabor hasta acabar en un toma y daca con el toro ya totalmente rajado. Cortó una oreja.

Talavante, que brindó su primer toro a Morante, inició el trasteo cerca de las tablas para ir abriéndose, poco a poco, hasta las dos rayas del tercio. Fue un toro éste con mucha movilidad, encastado, y al que el extremeño no acabó de cuajar en la verdadera dimensión que demandaba el de El Torero, alternando pasajes sueltos de buena nota con otros más movidos y de menos poso.

El quinto, un castaño de buenas hechuras, fue otro toro con movilidad que cumplió tanto en el caballo como en las banderillas. Talavante se fue a los medios a brindar y su faena la inició con ayudados por alto rematados con una trincherilla con cierto garbo. A partir de ahí sobresalió el toreo en redondo. Con la izquierda no acabó de verlo claro, de ahí la sensación de falta de asiento del torero. Estocada y, quizá por ello, cortó una oreja.

FICHA DEL FESTEJO.-
Toros de El Torero, bien presentados, encastados, con mucha movilidad y con un gran interés. Sobresalió el tercero por bravo y encastado que fue muy aplaudido en el arrastre.

Morante de la Puebla, de nazareno y azabache: palmas y oreja.

Alejandro Talavante, de nazareno y oro: ovación tras leve petición y oreja.

David Galván, de blanco y oro, ovación y oreja.

La plaza registró algo menos de media entrada en tarde agradable.