La cabalgata de la Velada y Fiesta 2022 de La Línea de la Concepción tuvo un protagonista absoluto aunque,en realidad, fueron miles: los linenses. El público se fundió con las carrozas y las animadas bandas hasta el punto de ser una sola cosa. Las calles se tornaron una fiesta por todo lo alto de principio a fin del recorrido, un derroche de alegría y energía, un no parar de bailar, saltar y disfrutar.
Mucho antes de arrancar la cabalgata en la avenida de España la fiesta ya estaba en marcha. Las charangas tocaban sones que invitaban a bailar, mientras que los grupos de amigos y peñas, algunos tras horas y días de espera, se entonaba a ambos lados de la calle. Los pequeños se mostraban impacientes. Había ganas de cabalgata y al poco de echar a andar se desató la fiesta. Abrió uno de los grupos folklóricos bolivianos con sus bailes típicos que ya no faltan en nuestras fiestas. Luego comenzaron a avanzar las carrozas, muchas pertenecientes a academias de baile, también a comercios como de la tierra Ruiz Galán o Paquita. A estas se acercaban decenas de personas a por caramelos o, simplemente, a bailar al son de su música.
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Triunfaron las charangas, especialmente si tocaban Paquito el Chocolatero, que volvía loco a los más animados y que salían a bailarlo aunque no dejara de sonar. Solo un tema animaba más a los linenses: el pasodoble Española y gaditana, que muchos mayores y jóvenes cantaban a viva voz. También desde los balcones, algunos engalanados con farolillos. Ambiente de fiesta en cada rincón.
La cabalgata del regreso, compuestas solo por carrozas y bandas, recorrió su itinerario convertida en una procesión devota de la de alegría. Una ciudad abarrotada de ganas contenidas y liberadas después dos duros años. Así llegó hasta la misma portada de la feria, donde pasada la 1:20 se encendió La Salvaora.