El nuevo papel higiénico del confinamiento, el aceite de la guerra entre Rusia y Ucrania. Los cubitos de hielo son estos días el nuevo producto que escasea, en cierta medida, en los congeladores de comercios y establecimientos hosteleros de toda España, también del Campo de Gibraltar, generando la consiguiente preocupación y alarma entre los consumidores que ante esto, de forma contraproducente, compran en masa este valorado y tan necesario producto en cualquier caluroso verano, como este, y se crea así más desabastecimiento. La pescadilla que se muerde la cola.
Ante esta situación de escasez, motivada por un menor almacenamiento previo de la industria del hielo debido al alza de los costes (luz, combustible y plástico) y una mayor demanda tras las últimas olas de calor, son muchos los supermercados que ya han comenzado a limitar temporalmente la venta de las bolsas de hielo. En concreto, en el Campo de Gibraltar, en los establecimientos de Mercadona se permite un máximo de cinco bolsas o un saco por cliente, mientras que en Supermercados Ruiz Galán el límite es de dos bolsas por cliente.
Una restricción que en los Ruiz Galán entrará en vigor este viernes como medida para no caer, precisamente, en el desabastecimiento. "Ante el tirón en las ventas que está habiendo y la posible falta de aprovisionamiento, con la consiguiente alarma que se crea en el sector de la distribución del hielo y los consumidores, vamos a poner un cupo a las tiendas y clientes a partir de mañana, para no generar más alarma y que se llegue al desabastecimiento de este producto", explica a este medio Raquel Ruiz Galán, directora general y consejera delegada de esta compañía de alimentación con 28 establecimientos repartidos por todo el Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda. Para esta empresaria linense, "no debe haber problemas si se sigue consumiendo como hasta ahora", aunque teme que "va a escasear en las siguientes semanas".
Una nuevo escenario incierto que afecta también a los hosteleros. Algunos de ellos de esta comarca, preguntados por este medio, aseguran no tener problemas por el momento. "Ahora mismo no hemos notado nada, ayer mismo nos cargaron el congelador entero. Imagino que la semana que viene se notará algo más. Aunque seguro que lo que vamos a notar es el precio, como siempre", lamenta Eduardo González, de restaurante Bitácora, en La Línea de la Concepción.
Una preocupación, económica, que roza ya el enfado. David García, de Senda Antrocafé, en Algeciras, comparte este hastío y explica esta sensación de ahogo de muchos hoteleros: "El hielo no es más que otro aguacate, otros huevos (200% más caro que el año pasado), otra gasolina, otra luz...y tantas y nuevas imposiciones que harán que pronto la hostelería de España tenga que tener los precios de Europa y con ello dejemos de ser atractivos para el turismo que, en su día fue por lo que se apostó, sacrificando la industria. Ni turismo ni industria ni cañas de cerveza a 1,30".
Advierte que esta crisis del hielo no es algo nuevo de ahora: "Ya llevamos varios meses con problemas con el abastecimiento de hielo porque a las empresas productoras no les es tan rentable como antes producirlo y repartirlo. El hielo, básicamente agua, necesita electricidad (mucha) y plástico, además del propio agua. Todo se ha encarecido hasta un 300%. Después está repartir el hielo, que en verano se multiplica por cuatro el consumo pero que con la nueva reforma laboral no se pueden hacer contratos temporales, y si se hacen, salen más caros, el gasoil para las furgonetas, y el consiguiente encarecimiento de un producto que es agua y que la clientela ve como algo gratis". Desde luego que una nueva cuestión que afecta directamente al consumo, al bolsillo de todos, nada baladí.