Acompañado con un carrito de bebé que encontró en la basura días antes, Bernardo Barrilado, vecino de San Martín del Tesorrillo, ha recorrido andando ocho comunidades autónomas para encontrarse consigo mismo. "Estaba hasta las narices de todo y a los dos días comencé a andar", así empieza la aventura de este paisano que decidió dejar su trabajo y darse un tiempo. "Para desconectar, eché a andar", ha añadido para 8Directo.
Con el objetivo de dar la vuelta a la península, la aventura de Bernardo comenzó en el Tesorillo el pasado 6 de mayo, caminando en dirección a la frontera con Francia por la costa mediterránea. "No usé ni GPS ni mapas, solo me guiaba con la idea de que el mar tenía que estar siempre a mi derecha", así ha contado cómo recorrió cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña.
A lo largo de su viaje, Bernardo acampaba en la playa para descansar, lo que le posibilitaba más de un desencuentro con las autoridades. A pesar de ello, este vecino del Tesorillo ha comentado que nunca tuvo ningún problema con la policía. "Al acampar en la playa, la policía me preguntaba que estaba haciendo, se lo comentaba, y ya me decían que si necesitaba algo, que no dudase en llamarles", ha afirmado.
A pocos kilómetros de llegar a la frontera, tuvo un pequeño susto: debido al pequeño arcén de la carretera, estuvo a punto de tener un accidente de tráfico. Esto hizo que Bernardo cambiara de rumbo y en Tossa de Mar (Girona) cogió un autobús dirección a Irún, donde comenzó la segunda etapa de su aventura: el Camino de Santiago.
Durante esta parte de la travesía, recorrió otras cuatro comunidades autónomas: País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Al llegar a la Plaza del Obradoiro, se sintió lleno. "Sentí una paz mental llena cuando llegué al final del camino que ya no necesitaba dar la vuelta a la península, lo que estaba buscando, ya lo encontré", ha afirmado Bernardo. En Santiago de Compostela, cogió un autobús rumbo a Algeciras y allí caminó durante dos días hasta llegar a San Martín del Tesorillo. "Salí andando de mi pueblo y así quería volver", ha explicado.
Al principio de su aventura, Bernardo se hizo un presupuesto de 20 euros al día que invertía en comida y alojamientos. "El 95% de las veces comía de supermercados o menús baratos en bares, que permitían ", ha afirmado. En la primera etapa de su viaje cumplió su presupuesto, pero en la segunda la gastronomía del norte pudo con él. "En el norte se come tan bien que decidí renunciar al presupuesto para disfrutar al máximo", ha confesado.
Para Bernardo, las primeras semanas fueron las más duras de toda la travesía. "Tenía todos los dedos llenos de ampollas y no podía ni caminar, pero lo peor era como me sentía frente a este nuevo reto. Me replanteaba mucho dejar la aventura. Más que fuerza física, hay que estar más preparado psicológicamente", ha comentado el vecino.
El pasado 3 de agosto Bernardo regresó a San Martín del Tesorillo. "He vuelto siendo otra persona, tengo una paz mental completa", ha concluido este vecino que volverá a hacer el Camino de Santiago el año que viene, pero esta vez por el atlántico para así cumplir el objetivo de la aventura: dar la vuelta a la península.
