La delegación de Salud recuerda a los propietarios de animales su obligación de retirar los excrementos de la vía pública, así como la prohibición de que transiten por zonas ajardinadas o parques infantiles. Estas prácticas incívicas e insalubres, agravadas por el calor, pueden suponer riesgo sanitario por transmisión de infecciones de animales a personas, especialmente a niños, junto a otras molestias, como mal olor y mala imagen de la ciudad.
La concejal de Salud señala que tener una animal es un acto de responsabilidad que conlleva el cumplimiento de la normativa. No hacerlo puede desembocar en multas de hasta 500 euros, en virtud de la Ley de Protección Animal de Andalucía y de la Ordenanza Municipal de Tenencia y Protección de Animales. La proliferación de excrementos en espacios públicos supone un problema de insalubridad que se agrava con las altas temperaturas. Por ello, la Policía Local realizará este tipo de controles de forma regular y, en caso de ser necesario, denunciará los incumplimientos de las ordenanzas municipales de limpieza y de tenencia de animales.