Ablaye Mboup cumple su deseo antes de morir: reencontrarse con su hijo

15 de Noviembre de 2022
Ablaye Mboup
Ablaye Mboup

El Consulado de España en Dakar (Senegal) ha concedido este lunes el visado para volar a Málaga al hijo de Ablaye Mboup, el senegalés que está ingresado en el Hospital Costa del Sol de Marbella con una enfermedad terminal y cuyo encuentro con su primogénito es su última voluntad.

Tras varios meses de gestiones con distintas administraciones, finalmente el Consulado ha facilitado a Cheikh, el mayor de los tres hijos de Ablaye, un visado de tres meses para viajar a España y poder acompañar a su padre sus últimos días de vida.

Está previsto que Cheikh vuele a España a principios de la próxima semana, ha explicado a EFE Pablo Guardado, enfermero del Hospital de Marbella y una de las personas que más se han movido estos meses para hacer posible el reencuentro entre padre e hijo.

Ablaye, que tiene 60 años y vive solo en España, sufre una enfermedad rara llamada hipertensión arterial pulmonar que le provoca fatiga, mareos, acumulación de líquido en el abdomen, pérdida de peso y problemas de corazón, entre otros síntomas.

Aunque durante los últimos diez años ha recibido tratamiento médico, la enfermedad ha progresado y los médicos creen que a Ablaye, que está encamado, le queda poco tiempo de vida, "dos o tres semanas como máximo", según los médicos.

La última voluntad de Ablaye era poder ver por última vez al mayor de sus tres hijos, Cheikh, que tiene 35 años y trabaja como carpintero en Dakar, donde viven también su mujer y sus otros dos vástagos.

Pablo Guardado comenta que Ablaye está consciente y orientado y que se ha puesto muy contento al saber que podría ver a su hijo de nuevo. 

"Está eternamente agradecido, no da crédito a lo que está pasando", señala Guardado en referencia al apoyo que ha tenido su causa en Internet y a que diversos medios de comunicación se hayan hecho eco de su caso.

Este enfermero ha impulsado una petición a través de la plataforma Change.org para conseguir agilizar la obtención del visado para el hijo de Ablaye, una demanda que en solo cinco días ha conseguido más de 53.000 firmas. 

Finalmente, los contactos realizados y la presión social y mediática han dado sus frutos y Ablaye, que había trabajado como vendedor de ropa ambulante en la playa y camarero en temporada de verano, podrá ver cumplido su último deseo: despedirse de su primogénito.