Ser mujer en un mundo de hombres, aún a día de hoy, no es tarea fácil. Pero esto, lo difícil, a la barreña Miriam Cabas no le asusta. Al contrario. Ella es una joven novillera de 21 años que cosecha un éxito tras otro en cada uno de sus últimos ruedos. Su sueño: tomar la alternativa y llegar a ser torera algún día.
"Tengo muy claro el por qué estoy aquí luchando. Cuando me meto en algo y me sacrifico por ello es para conseguirlo todo y dar el máximo de mí misma. No me gustan las cosas a medias", responde a través del teléfono Miriam Cabas, que nos atiende antes de marchar a su entrenamiento diario. El pasado fin de semana protagonizó una espectacular novillada sin caballos en Algar, abriendo la puerta grande con cuatro orejas.
Esta afición por el toreo, esta pasión como ella lo llama, surge en ella desde muy pequeña: "Me viene por parte de mi abuelo, Gregorio Cabas, que me metió esto del toro por las venas. Me llevaba siempre al campo, con la ganadería", comenta.
Con tan solo cinco años entró a formar parte de la Escuela de Tauromaquia Campo de Gibraltar, en Algeciras. "Al principio todo esto era como un juego, yo era muy pequeña, pero conforme fui creciendo me di cuenta de que quería volcarme de lleno en esto, lo siento así. Estuve dos años haciendo campo en la ganadería, toreando de tapia, por tentaderos, hasta que un día me encontré al maestro Ruiz Miguel". Actualmente continúa su formación en esta escuela de tauromaquia en la que se centra en su próximo objetivo: preparar su debut con caballo. Esto lo compagina, además, con los estudios universitarios de veterinaria.
"Este mundo es muy exigente y sacrificado, tienes que dedicarle el cien por cien de tu mente. Intento combinarlo con los estudios universitarios y es duro, sobre todo es muy sacrificado. Yo me dedico a esto y cuando no estoy en el ruedo, estoy en el campo, entrenando, pensando en esto...es mi vida volcada a esto", subraya esta joven barreña, que este año se ha colado en la final del ciclo de novilladas de Canal Sur.
Y es que para Miriam este es todo su mundo. Ni siquiera recuerda, preguntada por esto, la primera vez que se puso delante de un toro porque siempre, desde muy pequeña, ha tenido esto en su en torno. En brazos de alguien, delante de un astado. "Cuando estás delante del toro...es una sensación indescriptible. Me lo preguntan mucho, pero hasta que no te pones delante no sabes lo que es, es algo que siempre digo, al menos hay que torerar una vez en la vida, esa sensación hay que vivirla. Es una sensación muy fuerte que te anima a seguir".
Ella, Miriam Cabas al menos, lo tiene claro. Quiere seguir adelante. Sin importar las dificultades y obstáculos. Ninguna barrera es infranqueable para esta barreña, ni siquiera la de género. "Es verdad que no somos muchas novilleras, ojalá fuéramos más. Pero a todas las chicas que quieran vivir esto les diría que es el sueño más bonito que pueden tener, que se animen porque es posible. Si hace unos años me hubieran dicho que ahora soy yo la que está toreando no me lo hubiera creído, pero los sueños se cumplen y soñar con el toro es lo más bonito que hay".
