Sobre la forma y no sobre el fondo

15 de Noviembre de 2020
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Antes de nada me gustaría disculparme por haber dejado huérfano este espacio las últimas dos semanas, alguno me ha comentado que lo ha echado de menos y simplemente comentaros que trato, cuando me siento a juntar unas letras, que éstas tengan sentido y, simplemente, con tanto Covid-19, me ha costado centrar el tiro.

En los últimos días he leído mucho respecto a dos ideas, proyectos o demandas históricas para el Campo de Gibraltar y eso me ha devuelto mi espíritu crítico, aunque siempre constructivo.

Por un lado, la eterna reivindicación sobre los avances en la obra del tren Algeciras-Bobadilla; y, por otro, un antiguo proyecto -Ciudad de la Bahía- que debido al cierre perimetral de nuestros municipios ha puesto de relevancia que, a pesar de todas nuestras singularidades, de facto el arco bahía funciona como una ciudad y, por tanto, existen multitud de afectados por un cierre que modifica sustancialmente nuestro día a día.

A estas alturas no es necesario enumerar la cantidad de beneficios que traerían para nosotros estos dos proyectos, pero lo que sí es discutible en este punto es la forma de pedirlos.

Hay un mantra que repito cada vez que se me presenta la ocasión -convencer y no vencer- porque de eso va casi todo lo que a largo plazo goza de éxito, en especial en campos como la educación, la comercialización o la política. Y es que imponer y obligar acaba siendo contraproducente y cortoplacista.

La experiencia me dice que cuando algo funciona lo inteligente es imitarlo; y que cuando se trata de conseguir algo, valen mucho más los hechos que las palabras. Así que en lugar de criticar a nuestros dirigentes comarcales, al Gobierno central y a todo lo que se mueve… os propongo un sencillo ejercicio para este domingo 15 de noviembre de 2020. 

Escribid en google las palabras “corredor mediterráneo” y encontrareis por encima de la Wikipedia, varios enlaces a la web www.elcorredormediterraneo.com 

Escribid en google las palabras “corredor central” y la primera entrada es una comparativa en La Vanguardia con el Corredor Mediterráneo, seguida de la Wikipedia y de artículos antiguos de algún diario nacional.

Ahora, y entrando en concreto en los hechos, os describo algunos:

Noviembre 2016: La Asociación Valenciana de Empresarios pone en marcha el primer medio de comunicación destinado a comunicar sobre el estado del Corredor Mediterráneo.

Noviembre 2016: Estrenamos el primer documental sobre el Corredor Mediterráneo que mostraba los 1300 KM del recorrido grabados desde el aire y hacía visibles los retrasos en las obras.

Febrero 2017: Celebramos los Primeros Encuentros Empresariales por el Corredor Mediterráneo: Tarragona, Murcia y Almería.

Octubre 2017: Conseguimos reunir a más de 1500 empresarios en el Primer Gran Encuentro por El Corredor Mediterráneo. En Madrid, porque es un proyecto que beneficiará a toda España.

Abril 2018: Visitamos 9 ciudades del litoral mediterráneo con un show-room informativo para hacer más grande nuestra reivindicación y llegar a la sociedad civil.

Septiembre 2018: Conseguimos unir a más de 2000 empresarios en el segundo Gran Encuentro Empresarial por el Corredor Mediterráneo en Barcelona.

Mayo 2019: El primer show de humor sobre una infraestructura en España llegó para ser un éxito en Barcelona, València, Castellón, Cartagena y Granada antes de dar el salto a televisión nacional.

Noviembre 2020: Un año después y a pesar de la pandemia, no paramos y celebramos el cuarto Gran Encuentro Empresarial por el Corredor Mediterráneo en Valencia.

Igual soy un iluso, quizás un atrevido, pero me pregunto, ¿no sería mejor dejar las críticas y ponernos manos a la obra? 

No me gusta dar recetas pero como si se opina hay que mojarse, os dejo algunas ideas que me sobrevuelan la cabeza:

.- Unidad empresarial (Cámara de Comercio, CEC, Andalucía Bay 2030, AGI…) para pedir algo con fuerza, mejor una voz y todos detrás.

.- Dinero (Para hacer lobby hace falta, por desgracia, mucho más que ganas, razón y Facebook…)

.- Independencia (Hay que crear la estructura sin injerencias políticas ni intereses personales)

Con unidad, dinero e independencia no hará falta quejarnos de nuestros políticos ya que será la política la que, de manera natural, se acercará y apoyará por interés.