Algeciras Magna

Doce imágenes dolorosas escriben este sábado, chicotá tras chicotá, la historia de la Algeciras más cofrade

Periodista
10 de Septiembre de 2023
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ALGECIRAS MAGNA. Así, bien en grande, en mayúsculas. Como mayúscula ha sido este sábado la Magna Mariana en honor a la Virgen de la Palma en conmemoración del centenario de su patronazgo. Una procesión histórica en la que doce imágenes marianas, veneradas por centenares de fieles y devotos a lo largo y ancho de esta ciudad, han procesionado desde sus templos, desde sus barrios, hasta el centro para rendir culto y homenaje a ella, la Palma, Patrona y Alcadesa Perpetua de Algeciras. Todas ellas, iguales, María, pero distintas a la vez, han salido a las calles acompañadas cada una por su propio cortejo de hermanos, arropadas por cientos y cientos de vecinos de esta ciudad, creyentes y no, practicantes de la fe católica, capillitas o solo curiosos, aficionados de la historia, del arte, de nuestra cultura, hoy era un día para todos. Para todos los algecireños y muchos más; vecinos de otros puntos del Campo de Gibraltar, la provincia y el resto de la comunidad autónoma. Así ha sido.

Ella, la Palma, ha sido la primera en abrir y cerrar esta procesión magna en su honor. A las 17.30 horas las puertas de su parroquia, el templo mayor de esta ciudad, se abrían para el regocijo de los que allí guardaban sitio desde bien temprano, a pesar del calor. "¿Perdona, la calle Santísimo por dónde queda?". Me preguntó un grupo de jóvenes llegado de distintos puntos de la provincia. "La mayoría venimos de Jérez y del Puerto, somos muy capillitas y nos encanta esto. Hacemos mucho este tipo de visitas. No habíamos estado en Algeciras antes pero teníamos ganas porque creemos que su patrimonio cofrade está un poco infravalorado y estamos seguros que no es así", compartían con el micro de 8Directo. Venían con ganas y con la lección bien aprendida, con los deberes hechos. "A la Patrona la vamos a ver aquí y luego vamos a este sitio, luego al otro, a esta la vamos a ver en tal sitio...", seguían relatando en voz alta. Muchos visitantes, sí, y también muchos medios especializados desplazados hasta Algeciras para cubrir este procesión mayúscula. 

Pasadas las seis de la tarde la Palma ya enfilaba las calles del centro de la ciudad para iniciar sobre las ocho la carrera oficial, el itinerario común para todas las imágenes: el Parque María Cristina, avenida Blas Infante, calle Alfonso XI y Plaza Alta. Sin duda, ha sido en el principio de este recorrido, en el recién remodelado Parque María Cristina, donde más público se ha concentrado. El ambiente invitaba a ello. Tanto así que entre allí mismo y la Plaza Alta se han repartido las 1.388 sillas dispuestas por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías. 

No obstante, con silla o sin ella, cualquier hueco era bueno para descansar y esperar a una y otra imagen: los barrotes del parque, la mediana de Blas Infante, la balaustrada de la Plaza Alta. Las calles han estado abarrotadas de principio a fin, terrazas, cafeterías, bares y restaurantes, también repletos. Tras la Palma, con una diferencia de unos quince minutos entre una y otra, ha continuado el resto de imágenes, portadas con maestría por cada una de sus cuadrillas, moviéndolas, meciéndolas, haciéndolas bailar, arrastrando, con pasitos cortos, lentos, en el sitio, izquierda delante y derecha atrás, a zancadas. Una chicotá tras otra iban escribiendo la noche.

"Vamos que ya estamos en el parque, en carrera oficial, a lucirse", le ha gritado un capataz a su cuadrilla. Un mensaje que han lanzado muchos y que han llevado a la práctica todos desde que han bajado el primer desnivel del parque. "Así tienen que sonar los pasos de los costeleros", comentó otro capataz mientras su cuadrilla arrastraba los pies sobre la arenilla del parque. Solo se oía eso.

Una procesión histórica, sin duda, por lo que significa per se y por todo lo que conlleva, y que pasará a los anales de esta ciudad, al recuerdo de muchos con anécdotas e imágenes de cada una de las dolorosas protagonistas. La Estrella, haciendo gala de su nombre, parecía que iluminaba con sus andares el cortejo de todas las hermandades que venían detrás. Elegante y solemne Buen Fin, en cada paso, y derroche de coraje y sentimiento las de la Trinidad; una de las hermandades con el trayecto más largo, desde San José Artesano, y que ha llevado con pasión, con amor, y delicadeza, como el que sujeta a una madre en brazos, su cuadrilla de mujeres costaleras. "Qué arte, chiquilla, qué bonito, niñas", les han gritado en el parque. "Parece que son las cinco de la tarde, chiquillas", les han dicho cerca ya de las nueve. 

Sobrecogía la solemnidad de la Piedad, con esa primera levantá ya dentro del Parque dedicada "a lo más grande del mundo, por todas nuestras madres". Punto y aparte también para la Esperanza, la Señora de San Isidro, una reina que ha levantado auténtico fervor a cada paso. Emocionaba también la Salud en su primera carrera oficial, defendida con buen gusto y sentimiento. "Ya está en el centro San García", ha gritado la cuadrilla de capataces y costaleros mientras entraban en el María Cristina. La Alegría, bonita, ha contagiado un poco de su nombre en cada movimiento.  

Los pasos de palio de Lágrimas, Mayor Dolor, Amargura y Soledad cerraban ya el cortejo con elegencia, solemnidad y una imponente maestría, rezando con los pies. Los del Mayor Dolor dedicaron la levanté ante la Palma a "todos los algecireños que ya no están con nosotros. Va por Diego Valencia, por todos".Tras el encuentro de todas ellas con la Patrona, en la misma puerta de la Palma, cerraban una noche para el recuerdo del mundo cofrade. Una noche grande en una Algeciras Magna.