Algeciras se despide de un clásico del comercio algecireño: Regalos Segura echa el cierre. Pocos comercios quedan ya en la ciudad con tanta tradición como esta tienda de decoración para el hogar fundada en 1.979 por el matrimonio formado por Emilio Segura y María Cabrera. De hecho, fue la primera tienda de regalos que tuvo la ciudad.
En el local de la calle General Castaños no solo se acumulan cajas con los últimos encargos de las clientas, sino también multitud de recuerdos y de emociones. No en vano, el matrimonio lleva toda una vida dedicada al negocio y no es fácil despedirse. En la tienda se han criado sus hijos y en los últimos tiempos han revoloteado sus nietos. Al igual que ocurrió con Emilio Segura quien creció en la tienda de sus padres, Bazar Segura fundada en 1.953 junto a la Capilla de Europa y de la que tomó el testigo, aunque de ella solo 'heredaron' el apellido, ya que tuvieron que empezar de cero.
María Cabrera, 'Mari la de Regalos Segura', se emociona nada más comenzar a hablar. "Tiendas como el Ikea o las compras por Internet nos han hecho mucho daño. Los artículos no son de la misma calidad pero la gente hace el avío". Cuesta ver a Mari con lágrimas en los ojos, el alma de Regalos Segura, siempre con una sonrisa y un trato exquisito para sus clientes.
"Esto no solo ha sido una tienda y yo no solo una dependienta. Regalos Segura ha sido un punto de encuentro y yo he ejercido un poco de psicóloga. Me llevo conmigo muchos secretos de la gente", confiesa.
Mientras hace esta entrevista, no paran de entrar clientas en la tienda, en la que prácticamente ya no queda nada tras meses de liquidación. Pasan a saludar, a charlar con Mari tal y como lo han hecho a diario durante años. Regalos Segura comenzó en la calle Cristóbal Colón 22, luego se mudó a calle Castelar y en los últimos años ha estado en General Castaños.
"Antes se hacían las listas de bodas con mucha ilusión y las madres compraban poquito a poco el ajuar para sus hijas. Ya todo eso se ha perdido", recuerda Cabrera, quien a partir de ahora disfrutará de una merecida jubilación. Mari puede presumir del trato familiar que ha ofrecido a la clientela, una atención personalizada y con la facilidad del apartado, esa añeja costumbre de ir pagando poco a poco que las nuevas generaciones no han conocido.
"Vendíamos muchísimas cristalerías, cuberterías y vajillas. Teníamos porcelanas Galos, que en aquel entonces eran muy exclusivas y una pieza podía costar hasta 30.000 pesetas", recuerda Mari.
Desde la puerta de Regalos Segura, Mari ha visto cómo ha evolucionado el centro de la ciudad. "Hemos ido a peor", sentencia. "El centro ya estaba mal, pero tras la pandemia empeoró. La gente ya no viene, aunque creo que esto no solo pasa en Algeciras. Antes la ciudad tenía tiendas de todo, venía gente de fuera a comprar aquí", dice con pena.
La ciudad echará de menos los escaparates navideños de Regalos Segura. Auténticos pueblos navideños en miniatura que Mari montaba con mimo y gusto exquisito con piezas traidas de la feria de muestras de Alemania.
Tras 45 años cierra uno de los emblemáticos del comercio tradicional de Algeciras y con él se lleva otra forma de atender al cliente, el de la tienda de proximidad, cercano y afable. Una experiencia de compra que muchos echarán de menos.