Aroa Camacho Canales es una joven algecireña de 24 años que actualmente trabaja en un jardín de infancia en Reading, un pueblo de Inglaterra. Esta experiencia en el extranjero le está permitiendo poner a prueba sus límites y conocerse más a sí misma.
Esta algecireña, que estudió el Grado Superior de Educación Infantil, le ha echado mano a todo: ha trabajado en una tienda de telefonía, como camarera en un hotel, como dependienta en el gigante Ikea y hasta que finalmente “conseguí un puesto de lo que realmente estudié; Assistant Nursery en una guardería, Busy Bees Internacional, donde actualmente doy clases de español”.
Reading, una ciudad en el condado de Berkshire, a veinte minutos de Londres y unos diez minutos de Oxford, es su nuevo hogar desde hace más de un año. “Por supuesto que me gustaría volver a España, pero actualmente no es el momento”, nos explica.
“Decidí marcharme porque viajar es mi gran pasión. También quería aprender inglés y experimentar la vida en otro país. Sobre todo quería comprobar que podía con todo”, añade esta algecireña por el mundo.
Sin embargo, la experiencia al principio fue bastante dura: “llegar a un país que no es el tuyo, aceptar algunos trabajos que en un primer momento no es lo que quieres, lo que has estudiado, y trabajar muy duro para llegar a alquilar tu propia casa y poder comprarte un coche. Aquí tenemos que salir adelante solos. Lo que me llevo de esta aventura es crecer profesional y personalmente”.
Lo mejor de vivir fuera de España es que “te das cuenta que tienes capacidades que ni siquiera imaginabas y, sobre todo, es un enorme orgullo comprobar que sales adelante siempre, creciendo y conociéndote más a ti mismo, poniéndote al límite todos los días con objetivos nuevos que desconoces y que salen de tu zona de confort. Conocerte a ti misma y crecer personal y profesionalmente es lo más positivo de esta aventura”.
En su tiempo libre, Aroa prefiere leer, salir a bailar con los amigos o simplemente descansar en casa viendo una película. Aunque señala que su mayor afición es viajar: “viajo siempre que tengo la oportunidad. Me encanta conocer nuevos rincones”.
El futuro se presenta muy interesante, ya que esta algecireña por el mundo concluye su etapa en Reino Unido para lanzarse a Australia el próximo mes de septiembre.
“Lo que más echo de menos de Algeciras es mi gente, mi familia y mis amigos, por supuesto el calor del hogar”, nos confiesa. Así, aprovecha para lanzar un mensaje a los algecireños: “si tienen la oportunidad, que salgan a aprender, que crezcan y sobre todo, que aunque a veces resulte complicado, que echen de menos lo que tienen todos los días a su alcance para aprender a valorar todo mucho más”
Esta algecireña, que estudió el Grado Superior de Educación Infantil, le ha echado mano a todo: ha trabajado en una tienda de telefonía, como camarera en un hotel, como dependienta en el gigante Ikea y hasta que finalmente “conseguí un puesto de lo que realmente estudié; Assistant Nursery en una guardería, Busy Bees Internacional, donde actualmente doy clases de español”.
“Decidí marcharme porque viajar es mi gran pasión. También quería aprender inglés y experimentar la vida en otro país. Sobre todo quería comprobar que podía con todo”, añade esta algecireña por el mundo.
Sin embargo, la experiencia al principio fue bastante dura: “llegar a un país que no es el tuyo, aceptar algunos trabajos que en un primer momento no es lo que quieres, lo que has estudiado, y trabajar muy duro para llegar a alquilar tu propia casa y poder comprarte un coche. Aquí tenemos que salir adelante solos. Lo que me llevo de esta aventura es crecer profesional y personalmente”.
En su tiempo libre, Aroa prefiere leer, salir a bailar con los amigos o simplemente descansar en casa viendo una película. Aunque señala que su mayor afición es viajar: “viajo siempre que tengo la oportunidad. Me encanta conocer nuevos rincones”.
El futuro se presenta muy interesante, ya que esta algecireña por el mundo concluye su etapa en Reino Unido para lanzarse a Australia el próximo mes de septiembre.
“Lo que más echo de menos de Algeciras es mi gente, mi familia y mis amigos, por supuesto el calor del hogar”, nos confiesa. Así, aprovecha para lanzar un mensaje a los algecireños: “si tienen la oportunidad, que salgan a aprender, que crezcan y sobre todo, que aunque a veces resulte complicado, que echen de menos lo que tienen todos los días a su alcance para aprender a valorar todo mucho más”