Biólogos alertan de la presencia del avispón oriental en Algeciras

Francis Mena
Periodista
13 de Julio de 2019
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Biólogos han documentado la presencia de ejemplares del avispón oriental, Vespa orientalis, en varios puntos de Algeciras. Se trata de una especie recién llegada a la Península Ibérica procedente del Mediterráneo oriental, que mide entre 3 y 3,5 centímetros, un centímetro más grande que la común, y considerada peligrosa para los humanos y amenazante para la apicultura.La bióloga y profesora María del Carmen Fajardo es una de esas expertas que siguen de cerca y con preocupación la hasta ahora inédita presencia de esta especie de avispa en la zona. Relata que anteriormente, en 2013, se encontraron varios ejemplares de este animal en unos jardines en Valencia, donde se combatieron y no volvieron a verse en todo el territorio nacional. Hasta ahora. En concreto hasta el pasado otoño, en Algeciras.“En esas fechas de otoño vimos hembras y machos en un momento crítico de su ciclo vital. Solo sobrevivirán al invierno algunas hembras fecundadas y escondidas sin apenas actividad. Al llegar la primavera me visitó una de esas hembras en mi azotea, apareciendo muerta dos días después en mi acera”, explica Carmen Fajardo, que cuenta que a través del experto Leopoldo Castro supo de la importancia del hallazgo.El pasado martes se encontró una grieta en una casa de La Bajadilla de la que salían y entraban estos avispones orientales (especie diferente al avispón asiático). “Lo comuniqué al 112 inmediatamente, hoy es sábado y aún sigue el avispero escondido, sin que se haya realizado ninguna actuación sobre él”, apunta preocupada la experta en la materia. Esta Vespa orientalis se considera peligrosa. “Podemos esperar de esta especie los mismos problemas que da la avispa asiática en el norte de España”, justifica su preocupación. El tamaño de la vespa orientalis.Foto: Manolo Castro.Los biólogos creen que esta especie se ha podido introducir en la ciudad a través del transporte marítimo, escondida en cajas de frutas que transportan las embarcaciones procedentes de su hábitat natural. Dos hechos refuerzan esta hipótesis: que el avispón se haya localizado por primera vez en las instalaciones del puerto y alrededores, y que la otra presencia de este avispón en la Península haya sido en Valencia, otra ciudad donde los contenedores van y vienen.En una publicación del pasado mes de febrero de la Sociedad Gaditana de Historia Natural (SGHN), con el título “Primeras citas del avispón oriental Vespa orientalis para Andalucía (España)” –de Íñigo Sánchez y en la que participó Carmen Fajardo-, se recoge que “el número de individuos localizados, la distancia entre las observaciones y la presencia de individuos de ambos sexos hacen temer un probable asentamiento de la especie en la localidad”.En el mismo texto se habla también del riesgo que puede suponer la proliferación de este avispón oriental en este ámbito natural. Esta especie depreda frecuentemente a las abejas y “atacan las colmenas para obtener miel y proteína animal para alimentar a sus larvas, por lo que de instalarse en nuestra región podrían representar un serio problema para la apicultura”. Un estudio llevado a cabo en Israel –donde sí son habituales- apunta que esta especie puede comer 33 abejas por avispón y día. Además, “también pueden representar un problema de salud pública al ser su comportamiento bastante agresivo cuando defienden su nido y ser su picadura bastante dolorosa para los humanos, incluso mortal en personas alérgicas a su veneno”.Por todo ello, los expertos instan a localizar la próxima primavera a las hembras que hayan podido sobrevivir al invierno y eliminarlas antes de que se convierta en una especie invasora en la zona. Su detección no es sencilla ya que, a menudo, sus nidos son subterráneos. El caso ya ha sido puesto en conocimiento a los responsables de Medio Ambiente del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía.¿Como el alga invasora?Puede que un avispón oriental de considerable tamaño y un alga asiática, japonesa para más señas, no tengan demasiado en común. Sin embargo, el caso de esta Vespa orientalis puede recordar a la de la especie marítima y su relación con nuestro entorno.Los expertos en ambas materias, cada uno por su lado, apuntan a que ambas especies han podido desembarcar en Algeciras y su entorno procedente de zonas orientales a través del transporte marítimo. La Rugulopterix okamurae, la alga, empezó a documentarse hace unos años (en 2015) sin que se le diera mayor importancia. En poco tiempo se ha adaptado de tal manera a su nuevo hábitat que ha logrado hacerse con gran parte del fondo marino del Estrecho de Gibraltar y se considera ya un grave problema para el ecosistema, el turismo y la pesca.Por ahora, el impacto de este avispón nativo de Nepal, norte de la India, Asia, Oriente Medio, África y sureste de Europa es muy menor. Son solo presencias puntuales pero los biólogos ya alertan del riesgo de no actuar pronto.Además, es importante la colaboración ciudadana. Si alguien ve este avispón se recomienda avisar al 112 o a la Policía Local. Así es la Vespa orientalis.Foto: Carmen Fajardo.]]>