El delegado territorial de Educación y Deporte, Miguel Andréu, se ha reunido con Javier Fité Lañez, docente del centro de internamiento masculino y unidad de tratamiento femenino Bahía de Cádiz, para hacerle entrega del material informático destinado a las aulas de apoyo educativo de los dos centros de esta índole con los que cuenta la provincia, uno de ellos, La Marchenilla, ubicado en Algeciras.
En Cádiz hay con dos Centros de Internamiento de Menores Infractores (CIMI), el Bahía de Cádiz, situado en El Puerto de Santa María y La Marchenilla de Algeciras, que atienden a aquellos menores a los que se les han impuesto medidas de internamiento en régimen cerrado, semi-abierto y abierto. Estos centros están dotados de personal de diferentes ámbitos profesionales para facilitar así la rehabilitación social de los menores ya que cuenta con psicólogos, coordinadores educativos, trabajadores sociales, maestros y personal de administración. El CIMI La Marchenilla dispone de 112 plazas exclusivamente para menores de sexo masculino.
“El objetivo principal de estos centros es conseguir que estos menores puedan dar continuidad a su proceso formativo al tiempo que se les dota de los recursos necesarios para su desarrollo personal y profesional”, ha resaltado Javier Fité.
La Consejería de Educación facilita la inscripción del alumnado de estos centros en las enseñanzas de adultos en la modalidad presencial o a distancia a través del Instituto Provincial de Adultos o en el Instituto de Enseñanzas a Distancia de Andalucía (IEDA), tarea que la Delegación gestiona a través de la Coordinación Provincial de Educación permanente. Respecto a las enseñanzas que cursan estos menores, en La Marchenilla todo el alumnado se encuentra matriculado en un centro de referencia; la gran mayoría cursa Enseñanza Secundaria para Adultos (ESPA), 9 en el nivel I (1º y 2º de ESO) y 21 en el II (3º Y 4º de ESO). En menor medida, hay un tercer grupo que tiene matricula en ESO, FPB, FPGM o Bachillerato en un centro ordinario.
Debido a la situación actual referente a la COVID-19, en este curso la estructuración, la organización horaria y la temporalización se ha visto modificada con respecto a cursos anteriores debido a los protocolos impuestos en los centros. Los menores han sido separados en grupos de convivencia o grupos burbuja en el que no interactúan con otros menores que no pertenezcan a dicho grupo, con la finalidad de minimizar los posibles contagios si se produjese algún caso. El tiempo de docencia con el alumnado se ha establecido teniendo en cuenta las necesidades de mantener los grupos lo más aislados posibles para prevenir posibles contagios.