El brote de COVID-19 registrado en la prisión algecireña de Botafuegos asciende ya a 94 casos positivos entre la población reclusa y nueve funcionarios contagiados. Cinco trabajadores permanecen además en cuarentena a la espera de resultados. Por tanto, durante este fin de semana, se han sumado 13 nuevos positivos entre los internos y tres más entre los funcionarios, a la espera de confirmar otros posibles casos.
Así lo informan desde el sindicato de prisiones Acaip-UGT que, este pasado viernes, remitió un escrito a la consejería de Salud de la Junta de Andalucía, a la delegación del Gobierno en la provincia y a la subdelegación del Gobierno de la Junta en el Campo de Gibraltar, pidiendo su intervención en Botafuegos y solicitando un cribado de todos los trabajadores e internos que allí conviven.
Por el momento, a la espera de nuevas actuaciones para controlar este brote, se ha procedido al cierre de la prisión a toda actividad de cara al exterior por un periodo de 15 días revisables. "Se hace por sentido común y porque, actualmente, la cifra de contagiados que tenemos en el Campo de Gibraltar tiene un tasa de más de 500 casos por cada 100.00 habitantes. Actualmente lo que prima es la salud. Sería muy peligroso que un problema de salud pública derive también en uno de seguridad pública", informan desde el sindicato Acaip-UGT, informando que, ante esta situación, las llamadas telefónicas se elevan de 10 máximas a la semana a 15 y también hay posibilidad de hacer videollamadas.