El popular actor y humorista Salva Reina llegó en la noche del sábado al Teatro Florida dispuesto a hacer pasar un buen rato a sus incondicionales. Prometía muchas risas, complicidad y buen rollo, y no defraudó. Vaya si no lo hizo. Las personas que abarrotaron el teatro algecireño disfrutaron de más de hora y media de un humor irreverente, a ratos hilarante, plagado de gestualidad y con ese punto "gamberro" que caracteriza al artista malagueño. Y lo hicieron sin poder parar de reír en ningún momento, que era de lo que se trataba.
Se trató de un espectáculo al más puro estilo del Club de la Comedia. Un cómico, un micrófono, un monólogo y poco más. En un escenario prácticamente vacío, Salva Reina no necesitó nada más para desplegar lo mejor de su extenso repertorio, fruto de más de dos décadas dedicándose a uno de los oficios más nobles del mundo: el de hacer reír a los demás.
El Teatro Florida se rindió este fin de semana al don innato para la comedia del popular "Jozé" de la serie "Allí abajo", al que también hemos visto en la gran pantalla en películas como "Señor, dame paciencia" o incluso "La Isla Mínima", en un registro muy diferente al que nos tiene acostumbrados, y al que pronto veremos también en "El universo de Óliver", del cineasta algecireño Alexis Morante.
El Salva Reina que puso en pie este sábado al público de Algeciras no dio un minuto de respiro a su público, entregado desde el primer minuto. El Covid, las vacunas, los desvelos de las madres, el culto a la imagen, el sexo, el conflicto de Cataluña, la corrupción, la crisis económica, la política... El de Málaga no dejó títere con cabeza, y demostró su capacidad de convertir en gag desternillante cualquier situación cotidiana, en sketch mordaz, y al tiempo no exento de ternura, cualquier anécdota propia o ajena, televisada o anónima.
Agradable y cercano, poco antes de salir a escena incluso tuvo un rato para charlar con 8Directo y contarnos algunos de sus proyectos más inmediatos, así como para agradecer a la gente que, después de los duros momentos vividos con la pandemia, sigue acercándose al cine y al teatro, cumpliendo con todas las medidas higiénico-sanitarias, y contribuye así a la recuperación del sector cultural.
Llegó a Algeciras con muchas ganas de pasarlo bien, y de hacérselo pasar bien a los demás, y se fue con el objetivo cumplido, una más que merecida ovación y, esperamos, muchas ganas de regresar.
