Ubicado dentro del lugar más característico de Algeciras, la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma, el reloj monumental lleva más de 200 años dando la hora a los algecireños, visitantes y cualquiera que pase por la Plaza Alta y sus alrededores. Con sus 82 años, José Luis Pavón, relojero mayor de la ciudad, desvela para 8Directo los entresijos, detalles e historia de este gran reloj.
Construido en 1771, este reloj no se instaló hasta 1804, cuando finalizó la construcción de la torre de la Iglesia de La Palma. En 1998, se realizó una restauración que duró 100 días, en los que José Luis Pavón se preparó para realizarla durante cinco años.
En días como el 31 de diciembre, los relojes monumentales asumen más protagonismo de lo habitual, aunque lo cierto es que, para este tipo de días, el reloj no se ajusta ni se prepara, ya que es una labor que se hace a diario. "El trabajo con este reloj es un compromiso diario", ha asegurado José Luis Pavón.
Al entrar en la sala donde se encuentra el reloj monumental, José Luis Pavón bromea: "¿Sabéis que el reloj está en un camarote de un yate?". Y es que el habitáculo donde descansa el reloj esta revestido con duelas de pino formando en su entrada el camarote de un yate, con su sala de máquinas en la parte superior, donde se encuentra la mayoría de los mecanismos del reloj.
Uno de los mecanismos más curiosos del reloj son los venteroles, una maquinaria compuesta por dos o más láminas fijadas a un eje que se encarga de regular la velocidad de las campanadas. "Yo lo puedo abrir y cerrar según como estén las palas corta más aire o menos, es decir, se frena más o menos", ha asegurado. "Como lo tengo puesto, se pueden comer las uvas tranquilamente, sin atragantamientos", ha añadido.
Una de las curiosidades que se puede apreciar desde fuera se encuentra en las esferas del reloj. La próxima vez que se encuentre en la Plaza Alta, observe cualquiera de las tres esferas, en concreto sus números. Al hacer un repaso, además de ver que los números situados en la parte inferior aparecen invertidos, también podrá observar que el cuatro está escrito de forma excepcional: en vez de IIII, tendría que poner IV, su correcta representación en números romanos. La explicación para esta curiosidad se remonta cuando se construyó, en 1771, ya que en ese periodo era bastante común indicar así (IIII) el número cuatro en los relojes, además de que en los manuscritos también aparecía así. Asimismo, estos cuatro signos tienden a equilibrar los signos que forman el número opuesto, VIII.
En lo alto de la torre, cinco campanas acompañan al reloj monumental: San Eduardo, San Pedro, María Auxiliadora, San José, y Nuestra Señora de La Palma. Datadas en 1908, todas ellas corresponden a hechos históricos del pasado, por ejemplo, la visita del rey Alfonso XIII (1909) o la instalación del Banco de España en Algeciras. A pesar de ello, en 1868 se data la que lleva el nombre de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de La Palma, y que, al igual que las otras, corresponde a un hecho histórico relevante: la revolución "La Gloriosa" en 1868 que significó la retirada de España de la reina Isabel II.
La primera vez que José Luis Pavón entró y vio el reloj monumental tenía 14 años, en 1954. "No lo olvidaré nunca", ha afirmado para 8Directo. Casi 70 décadas más tarde, continúa viendo el reloj a diario.