Javier Barea, que se inició como costalero bajo el palio de Nuestra Señora del Buen Fin hace ahora 33 años, recorrió ante los presentes aquellos inicios, sus comienzos, cuando, siendo tan solo un adolescente, ni siquiera sabía a lo que se enfrentaba cuando tras él se cerraban los faldones para iniciar la estación de penitencia.
Maite Jurado, hermana mayor de la Borriquita, entrega un recuerdo al pregonero del costalero.
El pregonero agradeció el cariño de su cofradía y de todas aquellas personas que le han visto crecer como costalero y como capataz; y expresó ese sentimiento de Domingo de Ramos que comparten y viven la cofradía de la Borriquita y la Oración en el Huerto. "Qué orgullo y qué momento cuando, como si de una promesa se tratase, mi barrio camina tras las pasos del señor del Amor y de María de la Alegría. Para cualquier hermano del Huerto no hay mejor momento en el año que cuando nuestra cruz de guía se para tras el manto de la Alegría. El tiempo se detiene. Comienza el sueño de los despiertos. Estamos esperando que la Cuesta del Rayo entre en carrera oficial", dijo.
El capataz trasladó a los presentes en la iglesia su primera experiencia como costalero, como capataz y recordó con orgullo a toda una generación de costaleros -las denominadas cuadrillas del arte- y capataces que ya no hacen estación de penitencia pero que llevan el orgullo de haber hecho grande la Semana Santa algecireña.
"Luchad por vuestra cuadrilla, identificaros con vuestra hermandad. En estos tiempos que corren en que la sociedad vive de espaldas a la Iglesia tenemos que ser ejemplo de compromiso. No pongamos tarea fácil a aquellos que nos critican. No caigamos en la tentación de convertir este bendito oficio en un deporte sacro. Ni convirtamos a las cuadrillas de costaleros en cuadrillas vacías sin corazón, tienes una obligación con el tesoro que heredas. Lucha por tu cuadrilla, respeta sus valores. Comprométete con tu capataz, nunca olvides lo que te enseñó, el capataz es capataz todo el año", señaló, al tiempo que pidió al resto de capataces algecireños que no permitan que transformen su oficio en una competición.
Con este mensaje al mundo de la costalería cerró su intervención Javier Barea, que recibió los aplausos del público y el agradecimiento de la hermana mayor de la Borriquita,
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El pregonero agradeció el cariño de su cofradía y de todas aquellas personas que le han visto crecer como costalero y como capataz; y expresó ese sentimiento de Domingo de Ramos que comparten y viven la cofradía de la Borriquita y la Oración en el Huerto. "Qué orgullo y qué momento cuando, como si de una promesa se tratase, mi barrio camina tras las pasos del señor del Amor y de María de la Alegría. Para cualquier hermano del Huerto no hay mejor momento en el año que cuando nuestra cruz de guía se para tras el manto de la Alegría. El tiempo se detiene. Comienza el sueño de los despiertos. Estamos esperando que la Cuesta del Rayo entre en carrera oficial", dijo.
El capataz trasladó a los presentes en la iglesia su primera experiencia como costalero, como capataz y recordó con orgullo a toda una generación de costaleros -las denominadas cuadrillas del arte- y capataces que ya no hacen estación de penitencia pero que llevan el orgullo de haber hecho grande la Semana Santa algecireña.
"Luchad por vuestra cuadrilla, identificaros con vuestra hermandad. En estos tiempos que corren en que la sociedad vive de espaldas a la Iglesia tenemos que ser ejemplo de compromiso. No pongamos tarea fácil a aquellos que nos critican. No caigamos en la tentación de convertir este bendito oficio en un deporte sacro. Ni convirtamos a las cuadrillas de costaleros en cuadrillas vacías sin corazón, tienes una obligación con el tesoro que heredas. Lucha por tu cuadrilla, respeta sus valores. Comprométete con tu capataz, nunca olvides lo que te enseñó, el capataz es capataz todo el año", señaló, al tiempo que pidió al resto de capataces algecireños que no permitan que transformen su oficio en una competición.
Con este mensaje al mundo de la costalería cerró su intervención Javier Barea, que recibió los aplausos del público y el agradecimiento de la hermana mayor de la Borriquita,