En la temporada de campeonatos, como la que se encuentra ahora, la alimentación también es muy estricta y está enfocada lograr la máxima tonificación del músculo, que es al final lo que aporta a las deportistas un cuerpo esbelto. "Cuando estoy preparándome para la competición tengo prohibidos los lácteos, las bebidas gaseosas, los azúcares, las grasas, la fruta... Cuando vuelvo, el abanico de alimentos se amplía un poco más", cuenta Vanesa, quien confiesa que los bikinis con los que compite tienen un precio de entre 400 y 500 euros.

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