La Palma de Plata reconoce el flamenco y la verdad de Tío Mollino y José El Pañero

Francis Mena
Periodista
20 de Noviembre de 2022
316109018_3272026439792913_9211761943819754382_n
316109018_3272026439792913_9211761943819754382_n

En los tiempos del marketing, el packaging -el arte de venderte el producto por su envoltorio-, y el autotune, figuras como las de Tío Mollino y José El Pañero suenan a verdad. Ese flamenco auténtico, sin pretensiones, de andar por peñas e incluso por casa, fue reconocido en la XXX edición de la Palma de Plata Ciudad de Algeciras en un teatro Florida casi lleno de buenos aficionados. La Sociedad del Cante Grande y el Ayuntamiento de Algeciras saldan una deuda con dos artistas de la tierra.

Viendo las imágenes en sepia y blanco y negro de los dos homenajeados a título póstumo proyectadas en el escenario podría pensarse que ese flamenco se ha perdido pero, por fortuna, en Algeciras sigue existiendo. Seguro que también en otros muchos puntos de Andalucía, pero anoche fue la ciudad algecireña la que dio muestra de ello. Sin ir más lejos Perico y José el Pañero, hijos de uno de los dos galardonados, Luis de Mateo, Fernando Jiménez, Remache de Málaga y las guitarras de José de Pura y Manuel Jero expusieron anoche sobre el escenario del Florida ese flamenco de raíces profundas y pellizco que unos pocos, entre ellos la Sociedad del Cante Grande, miman para mantener.

El compañero periodista Alejandro Domínguez Saucedo hizo un breve pero certero pregón haciéndose acompañar por la guitarra del algecireño José Manuel León. La gala fue conducida por el reconocido periodista flamenco Manuel Martín Martín, que sabe y ha vivido mucho de este arte pero que alargó demasiado sus discursos recargados de anécdotas personales hasta el punto de levantar, aunque también algunos aplausos, comentarios en contra de un público que a veces se desesperó.

El algecireño Luis de Mateo, acompañado de la guitarra de José de Pura y las palmas de Javier y José Peña, abrió las actuaciones. Pasaron por el escenario el baile exótico de la tapónese Rhina y el arte de Remache de Málaga. Arranque fuerte y muchos aplausos y público en pie varias veces durante este primer bloque.

Llegó después el momento de entregar a título póstumo la XXX Palma de Plata Ciudad de Algeciras a Manuel Arroyo Jiménez Tío Mollino y a José Lérida Cortés El Pañero. En representación de la familia Lérida recibió el galardón Perico el Pañero, arropado por sus dos hermanos, José y María, mientras que por parte de Tío Mollino lo ha hecho uno de sus hijos, Mariano Arroyo Monje. Presente durante la entrega estuvieron la teniente de alcalde delegada de Cultura, Pilar Pintor, y el presidente de la Sociedad del Cante Grande, Carlos Vargas, y el presidente de honor, José Vargas.

En sus palabras, Pintor ha destacado que este galardón, considerado uno de los más prestigiosos de cuantos se conceden a nivel nacional “hace justicia a dos personas claves para entender el flamenco en Algeciras, defensores de la ortodoxia, de la pureza a su más alto nivel”.

Posterior a este acto de entrega, continuó el flamenco, el de verdad. José y Perico lo pusieron todo en la noche de su padre. Un cierre cargado de emoción y fuerza con sello Pañero. Voces de ayer y hoy, para guardar como oro en paño.