Resaca feliz la de esta semana tras tres partidos en los que los nuestros sumaron siete de nueve puntos posibles y rozaron el pleno tras el 0-2 deVigo que, con el paso de los días se valora más. Todo ello con una victoria siempre especial, la del Clásico, y un ejercicio de resistencia, por la carga de partidos y las bajas, que no debe caer en saco roto, San Fernando.
Sin embargo, servidor va a ir a la contra. No por molestar, sino por intentar razonar, seguro que de manera errónea, lo vivido en las últimas jornadas. Vaya por delante, escrito está, que en el fútbol lo único importante es GANAR.
Que el Algeciras de Ania es un equipo osado, atrevido, valiente (y luchador) está más que demostrado. Una idea, con variaciones en el sistema ganando y perdiendo, de la que nunca han dudado los que estaban en la caseta, y por supuesto el capitán de la nave. “Ni, aunque perdamos, ojalá que no, seis partidos seguidos”, espetó Álvaro Romero tras el triunfo en la Isla. Y es que las críticas, todas son respetables, deberían estar razonadas. No digo que la que aquí se firma lo esté.
Los que defienden ese escudo por el que tanta pasión sentimos han vivido unas jornadas complejas. Explicaban, con razón, que el fútbol no era el problema. Hacían méritos, llegaban al marco rival, jugaban bien, pero a la primera que tenía el contrario, por mil motivos, encajaban.
Ahora, tras el empate en Vigo, en el que no faltaron algunos insultos innecesarios a determinados jugadores, llegaron dos triunfos marcados por la efectividad, algo más de solidez, algo de suerte, todo hay que decirlo, y peor juego. Claro que aquí está la pregunta de siempre ¿Qué es jugar bien? Antes de enfadarse con el que escribe, gracias querido lector, vaya al segundo párrafo. GANAR.
En el Iberoamericano se concedieron ocasiones, más allá del contexto del cansancio y la semana, que antes entraron y ahora no. Algunas más claras de las que acabaron haciendo daño a los algeciristas en jornadas precedentes, pero esto es el maldito y bendito fútbol
Ania tiene clara la meta. “La permanencia”, todo lo demás es fruto de un proyecto ambicioso, un equipo técnico que siempre quiere más y un vestuario que confía en su potencial. El mismo que sabía que las cosas estaban haciéndose bien, pero los resultados no acompañaban.
Números y Pontevedra
El buen aficionado, crítico y con sentido, que es Pepe Carratalá, ha dejado claro en redes algo que aquí también expresamos. El año pasado, cuando todo era alegría y felicidad, afortunadamente ahora recuperada, los nuestros tenían los mismos puntos que en estos momentos. De hecho, si el domingo la victoria se queda en el Mirador, tendrá un punto más que la campaña anterior. ¿Y entonces?
Pues en modesta y seguro equivocada opinión de servidor, el fútbol, en general, es lo más irónico del mundo. En una categoría como la que gozamos aún más y además de disfrutar, exigir, no olvidar el pasado reciente, ser conscientes que los nuestros son capaces de plantar cara a cualquiera. Pero perdiendo, empatando y ganando, no están solos en el campo. Enfrente hay un rival que, oh sorpresa (ironía), quiere vencer. Claro que la mayoría de ellos no tiene una grada que, pese a sus enfados algunos irracionales y otros con razón, apoya como pocas. Si el domingo el Pontevedra sufre el efecto Mirador, las vacaciones, otra vez, serán en clave rojiblanca, para saborearlas. No olviden lo pasado, disfruten y sufran, cuando toque, lo que estamos viviendoy esperemos con ilusión lo que puede ocurrir en un futuro no muy lejano.
Queda una cita, más importante delo que parece, para redondear otro gran año, quién nos lo diría no hace tanto. Mientras tanto disfruten, sean felices y siempre Shiraa.
P.D: El domingo, con ambientazo seguro, no olviden el componente solidario. Juguetes y alimentos, es por una buena causa.