"Llevamos unos días muy malos, casi sin dormir, sin saber a qué hora se come o no, y con mucha pena por nuestros niños, que están asustados... Una de nuestras niñas le contaba a su familia de aquí: 'mamá, están pasando muchos tanques, pero no están tirando...' Como si les estuvieran respetando... Y otra, a la que su papi de acogida le dijo que quería ir a por ella, ella le respondía que no podía ir, que los puentes están rotos, que los han destruido".
El teléfono de Lola Pérez, presidenta de la Asociación Niños de Ucrania y Andalucía, no para de sonar en estos días de angustia e incertidumbre por todo lo que está ocurriendo en este país de Europa del Este tras el ataque militar de Rusia. Desde su casa de San García, en Algeciras, esta profesora jubilada trata de atender todas las llamadas y mensajes de quienes se ofrecen a colaborar, y el objetivo es claro. Aunque todas estas familias de acogida quisieran poder viajar ya a Ucrania, a por "sus niños", ahora de lo que se trata es de intentar hacerles llegar ayuda humanitaria.
"Eso es ahora mismo lo más urgente que podemos hacer... Ya que ahora mismo es imposible que podamos llegar hasta ellos, porque las carreteras están tomadas, que por lo menos las 35 familias a las que ayudamos y los niños de los cinco orfanatos con los que colaboramos tengan para comer", explica Lola Pérez a 8Directo, detallando cuáles son en estos momentos los alimentos más necesarios: "Con que hagamos llegar a cada familia un saco de harina, un saco de azúcar y un saco arroz, y también a los niños de los orfanatos, ya les estamos ayudando a no pasar hambre y a resistir al menos un par de meses, hasta que la situación mejore y podamos hacer más por ellos", aclara.
Algunos de esos niños viven en aldeas a las afueras de Kíev. Otro de los orfanatos está en el norte, muy cerca de Chernobyl, "y menos mal que lo vaciaron, porque las tropas rusas llegaron pronto a esa zona, vimos cómo se paseaban ya los tanques por allí, por la ciudad de Pritvia". Este viernes, Lola Pérez aún confiaba en que, independientemente de que lo encontraran vacío, las tropas rusas hubieran respetado el orfanato y no hubieran tenido "tan mala idea" de derribarlo, porque "nos costó mucho trabajo reconstruirlo, estaba muy dejado, y le pusimos ventanas nuevas, literas, colchones, cuartos de baño, comedores y talleres, para que los niños que estaban allí estuvieran en las mejores condiciones posibles".
La ayuda humanitaria, aclara Lola Pérez, es necesaria siempre en un país que, tras la catástrofe de Chernobyl, vio cómo la leche se convertía en un artículo de lujo, pero más aún en estos días de guerra. "A todas las personas que se están ofreciendo a acoger a estos niños en sus casas les estoy diciendo lo mismo: que ahora mismo no nos los podemos traer, pero lo que sí podemos es darles de comer", insiste, y explica que toda donación, que "va allí directamente en forma de alimentos básicos, que duren y no se estropeen", es bien recibida.
Quienes quieran colaborar con esta asociación pueden hacer sus aportaciones en el siguiente número de cuenta: ASOCIACION NIÑOS DE URANIA Y ANDALUCÍA ES26. 0049.4604.8023.16112016 . Para cualquier duda o aclaración pueden ponerse también en contacto con la asociación en los teléfonos 956 57 33 18 y 629 62 24 89. Su correo electrónico es: ucraniayandalucia@hotmail.com y también tienen información sobre todas sus actividades en una página web: www.ucraniayandalucia.es
- Entrevista completa con Lola Pérez en este enlace: