Cientos de fieles algecireños veneran desde las 8 y media de la mañana de este viernes, 4 de marzo, al Cristo de Medinaceli. La pequeña iglesia del barrio de San Isidro es hoy un ir y venir de hombres y mujeres deseosos de cumplir con la tradición de cada Cuaresma, aunque la situación sanitaria impida todavía que se pueda recuperar la fórmula del "besapié".
El templo del Señor de Algeciras, que permanecerá con las puertas abiertas hasta las 8 de la tarde, ha recibido también la visita del alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, y varios miembros de su equipo de gobierno: el teniente de alcalde Javier Rodríguez Ros, y los delegados de Participación Ciudadana y Juventud, Jorge Juliá y Francisco Javier Arango. Todos han podido departir con el hermano mayor de la Venerable Cofradía Salesiana de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo (Medinaceli) y María Santísima de la Esperanza, Raúl Ocaña Pacheco, e integrantes de su junta de gobierno, a los que han felicitado por "la intensa labor que desarrolla la corporación del Martes Santo algecireño".
En declaraciones a 8Directo, Raúl Ocaña manifestaba su satisfacción por poder celebrar y otros actos solemnes, ligados al hecho de que la Semana Santa, poco a poco, va ya recobrando la normalidad previa a la pandemia. "Nuestra Cuaresma la empezamos con nuestros cultos, el Miércoles de Ceniza. Y pensando ya en que si Dios quiere, y el tiempo nos lo permite, este Martes Santo volveremos a poder tener la procesión en la calle", comentaba Ocaña, aunque recordando que la primera salida está prevista ya para este lunes, 7 de marzo, a las 19.30, al celebrarse el Vía Crucis oficial del Consejo de Hermandades y Cofradías y presidirlo, precisamente, el Cristo de Medinaceli, que saldrá en andas de su capilla hacia la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, regresando posteriormente a su templo.
El hermano mayor de la Cofradía del Medinaceli y la Esperanza recuerda que el trabajo de las cofradías se desarrolla durante todo el año, aunque estos sean los 40 días "más intensos" para los cofrades, desarrollando además una labor humanitaria y de solidaridad que va mucho más allá de la celebración de la Semana Santa.
Una labor que durante los peores meses de la pandemia se centró en ayudar a quienes peor lo estaban pasando, y que en estos días de guerra en Europa está centrada también en colaborar con la ola de solidaridad que se está haciendo intentar llegar al pueblo de Ucrania, haciéndoles llegar medicamentos, alimentos no perecederos, ropa de abrigo, mantas, productos higiénicos y otros artículos de primera necesidad. "No sólo la gente de las cofradías, España entera es muy solidaria, y en estos días se está notando especialmente, como no podía ser de otra manera", nos ha comentado el hermano mayor del Medinaceli.