El pan de Pelayo, ¿qué le hace especial?

Hasta 400 kilos se distribuyen diariamente por los distintos despachos de pan del Campo de Gibraltar, cantidad que asciende a 1.200 los fines de semana

Periodista
25 de Febrero de 2023
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Han pasado la friolera de 133 años desde que en 1.890, Juan Martínez junto su esposa decidieron comenzar a vender a caballo en Algeciras el pan que elaboraban para consumo propio en Pelayo. Sin saberlo, acababa de crear uno de los productos más reconocibles del Campo de Gibraltar y una de las más famosas teleras de Andalucía. Fue en 1.939 cuando su hijo Domingo Martínez se hizo cargo de un negocio que comenzó a adquirir relevancia.

Tras el paso de cuatro generaciones por el obrador Pan de Pelayo, en pleno corazón de esta barriada algecireña, su actual propietaria, Milagros Martínez, aún se sorprende cuándo le preguntan por el secreto de este pan. "Verdaderamente no sé cuál es el secreto. Supongo que harina de buena calidad y el agua de Pelayo, que dicen que es especial". Martínez apunta que es importante el uso de los ingredientes en sus justas proporciones. "Ingredientes tiene muy pocos: harina, agua, levadura y sal. Se sigue elaborando a mano y se hace todos los días la levadura de forma natural. Después de tantos años, seguimos trabajando de manera artesanal".

En el obrador, siete panaderos se afanan en sacar el pan perfecto. Hasta 400 kilos se distribuyen diariamente por los distintos despachos de pan del Campo de Gibraltar, cantidad que asciende a 1.200 los fines de semana.

El obrador huele a tradición, una mezcla de levadura y harina que se amasa, refina y se le da forma a mano, para posteriormente fermentar de manera natural durante una hora en los carros y pasar otra hora por el horno.

La joya de la corona es el pan moreno, aunque hay otras variedades: moreno integral, blanco de masa dura, viena y pan con centeno integral y trigo.

"Para mi es un orgullo que la gente lo disfrute y te manifieste la diferencia con los panes industriales. Una vez le echaron un piropo que me encantó: el pan de Pelayo debería se Patrimonio de la Humanidad", relata Milagros Martínez.