La nueva plaza de la Escalinata será una realidad en el plazo de algo más de un año. Una vez que se ha concluido la demolición de parte del antiguo aparcamiento, el Ayuntamiento de Algeciras ha sacado a licitación pública la construcción de la nueva plaza pública, que nada tendrá que ver con la de antaño.
La 'Plaza Inclinada' como se ha bautizado al espacio por los diseñadores del proyecto será un ejemplo de innovación, sostenibilidad y economía circular. Un nuevo espacio público que, sin duda, mejorará la antigua Escalinata, a la que aunque aún se recuerda con nostalgia, cierto es que llevaba años sumida en el abandono.
La solución planteada para devolver la vida al lugar que ocupó el antiguo aparcamiento no sólo aborda de manera efectiva las necesidades de Algeciras en cuanto a la gestión eficiente del agua y la mejora del paisaje urbano, sino que también contribuye al desarrollo de un modelo de economía circular que promueve la reutilización de recursos, la sostenibilidad y el bienestar de la comunidad. La integración de sistemas de captación de agua de lluvia, el rediseño paisajístico del frente marítimo y el cambio de uso del aparcamiento forman un conjunto coherente que mejora la calidad de vida urbana y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático.
Una vez superado el escollo de la accesibilidad y la conexión entre ambos niveles, el proyecto incluye un proceso de rehabilitación del entorno urbano, con el fin de crear un espacio público atractivo y funcional que favorezca tanto a los residentes como a los turistas. Para ello, se incorporarán áreas verdes con jardines y árboles que proporcionarán sombra, mejorarán la calidad del aire y harán del espacio un lugar agradable para descansar y pasear. El uso de plantas autóctonas contribuirá también a la sostenibilidad del entorno.
'La Plaza Inclinada' estará dotada de mobiliario urbano con bancos, zonas de descanso y elementos de iluminación eficiente para garantizar la seguridad durante la noche. Por otro lado, la rehabilitación respetará el patrimonio histórico y cultural de la ciudad para lo que se utilizarán materiales que armonicen con la estética del casco antiguo, para que el nuevo espacio libre público se integre de manera natural en el entorno urbano existente.
Como parte de la solución, se aprovechará el diseño del nuevo espacio libre público para crear un mirador panorámico que ofrecerá unas vistas excepcionales del Estrecho de Gibraltar. Este nuevo punto de interés se integrará en la ruta turística de Paco de Lucía, convirtiéndose en un lugar privilegiado para los visitantes, que podrán disfrutar de una experiencia visual única mientras descubren la historia y la cultura local. El mirador se transformará en un nuevo atractivo turístico para la ciudad ya que proporcionará un punto de descanso en el recorrido, donde los turistas podrán conocer más sobre la ciudad y su entorno a través de paneles informativos y recursos interactivos.
MODELO DE SOSTENIBILIDAD
La nueva plaza busca ser un modelo de sostenibilidad y eficiencia en todos los sentidos. Dispondrá de una iluminación 100% eficiente, con luces de tipo LED que se abastecerán de energía limpia, gracias a la instalación de paneles solares fotovoltaicos ubicados en la cubierta de la estructura. El fin último consiste en hacer que el sistema de iluminación sea 100% autosuficiente mediante el uso de energía limpia. Otro de los elementos que favorecerán la sostenibilidad es el empleo de pavimento fotocatalítico.
Una de las iniciativas proyectadas es la renaturalización a través de la vegetación. Para ello, se plantarán árboles de gran porte, autóctonos o adaptados al clima de Algeciras, como el alcornoque, la encina o el algarrobo, que proporcionan sombra durante las horas más calurosas del día. Estos árboles, al alcanzar una altura considerable, no solo ofrecen sombra, sino que también contribuyen a mejorar la calidad del aire y mitigar el efecto de isla de calor urbano, absorbiendo CO₂ y liberando oxígeno. Los árboles se situarán en las zonas más amplias de la plaza, es decir, a la cota de la avenida Virgen del Carmen, de forma que generen las zonas de sombra más amplias posibles, favoreciendo el confort térmico de los usuarios durante todo el año.
Con la implantación de columnas de microalgas, además de la capacidad que tienen para generar abono para el resto de plantaciones, se absorberá una cantidad importante de CO2 del ambiente, liberando oxígeno y contribuyendo a la refrigeración ambiental. La Plaza Inclinada podría ser el único espacio público de Andalucía y uno de los primeros de España en incorporar la tecnología de las microalgas a la arquitectura, unificando protección solar y cultivo de estos microorganismos fotosintéticos que se alimentan de CO2 y generan O2 funcionando como sumideros de dióxido de carbono y purificadores del aire.
Las columnas no solo tienen las funciones definidas, sino que también actúan como elementos estéticos que contribuye a generar un aspecto más verde en la plaza. Mediante los jardines verticales y plantas trepadoras se transforman los paramentos duros de la plaza (muros, fachadas de edificios y estructuras) que no solo embellecen el entorno, sino que también ayudan a reducir la temperatura superficial de las estructuras
Para el abastecimiento del sistema de riego diseñado para el jardín, y con la idea de integrar prácticas de economía circular y promover un enfoque ambientalmente responsable en la gestión de los recursos hídricos, se plantea la diversificación y disponibilidad de agua de tres orígenes. Por un lado, la recogida de las escorrentías pluviales de la propia plaza, mediante la instalación de recogida de pluviales de la plaza se captará el agua aportada por las precipitaciones en toda la superficie exterior, para su posterior almacenamiento parcial y uso para riego tras un proceso de filtrado. También se obtendrá agua de las extracciones de renovación del agua de las columnas de microalgas. Por último se utilizará ¡el agua de la red municipal de abastecimiento, cuando no sea suficiente la obtenida de las otras dos fuentes.
La digitalización es un elemento que estará presente en la Plaza Escalinata. Al ser un punto de parada necesario para completar la famosa Ruta de Paco de Lucía, convertir el espacio en plaza Smart City mejorará el servicio que se ofrece al visitante.
Se implantará una instalación de Wi-Fi gratuita de alta velocidad en toda la plaza, lo que permitiría a los visitantes conectarse fácilmente a internet mientras disfrutan del entorno urbano. Este servicio es ideal para quien necesite acceder a mapas interactivos, información turística, realizar actividades en línea o simplemente, trabajar al aire libre.
La implementación de dos zonas de aparcamiento de bicicletas y patinetes en la avenida Virgen del Carmen y calle Murillo para no solo facilitar el uso de estos vehículos como medio de transporte sostenible, sino también para mejorar la seguridad, la accesibilidad y la organización del espacio público, beneficiando a los usuarios y a la ciudad en general. La instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos en la Avenida Virgen del Carmen, junto al nuevo espacio libre público.
El proyecto de la nueva Escalinata es un diseño del estudio de arquitectura sevillano, T10 Architecture & Engineers for Dreamers y el proyecto tiene un presupuesto de 2,3 millones de euros a cargo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El caso 'Escalinata' arrancó en 2001 cuando PA y PP aprobaron en un pleno el derribo de la antigua Escalinata, que ya se encontraba en estado de abandono, para la construcción de un aparcamiento subterráneo. El resto es ya historia de la ciudad: grietas en el edificio Escalinata, una sentencia del TSJA declarando ilegal el parking, la autorización del PSOE a más obras en el aparcamiento a pesar de la sentencia o la imputación por prevaricación los ex alcaldes del PSOE Juan Antonio Palacios y Tomás Herrera, el exedil José Ortega (PA), y el arquitecto municipal Arsenio Pacios. Todos quedaron finalmente absueltos. Ahora, con la 'Plaza Inclinada' se cierra uno de los capítulos más negros de la historia reciente urbanística de Algeciras que ha tardado casi 25 años en solventarse.