Los taxistas de Algeciras se sienten desprotegidos. Han padecido dos agresiones en tan solo dos semanas, la última el pasado sábado, cuya víctima ha ido esta mañana a una vista al juzgado ya que denunció los hechos. Con él han querido estar sus compañeros del gremio para apoyarle.
En este caso, un individuo, tras subir al vehículo en la parada de Blas Infante y llegar a su destino, se negó a pagar la carrera. El cliente se puso muy agresivo con el taxista propinándole puñetazos en la cara y la sien e incluso llegó a romperle el taxímetro, valorado en unos 1.200 euros aproximadamente.
"Son situaciones que están ocurriendo últimamente muy a menudo, situaciones que se solventan de la mejor manera posible. Me tocó un personaje bastante agresivo. No podía defenderme del todo porque iba conduciendo. Al llegar al destino no me quería pagar, le dije que iríamos a comisaría y se puso nervioso. Pretendía no pagar y reírse de nosotros como hacen muchos", explicaba la víctima, Mario Gordo, antes de entrar a declarar al juzgado.
Además de señales físicas de la agresión, aún presentes, Gordo estuvo tres días sin poder trabajar hasta que pudo instalar un taxímetro provisional en su vehículo.
Una semana antes, otra compañera fue agredida por una mujer en circunstancias similares. Se negó a pagarle la carrera y se puso violenta con la conductora.
El presidente de Radio Taxi Algeciras, Ignacio Castro, reconoce que "estamos expuestos en la calle, nunca sabes a quien llevas detrás". De momento, la instalación de mamparas en los taxis no parecen ser la solución. Son caras, no están homologadas y los vehículos pierden una plaza al no poder sentar a nadie en el asiento del copiloto. Quizá la solución pasaría por un consenso a nivel nacional para sacar al mercado vehículos que ya estén adaptados para las mamparas. Mientras tanto, el gremio tendrá que seguir lidiando con estas situaciones.