Una vecina minusválida denuncia el estacionamiento indebido de vehículos en su puerta

"Sólo es un momento" o "esta vez no me pillan" son pensamientos y comportamientos de algunos conductores que, a menudo, pueden hacer mucho daño en casos como el de Lourdes, que denuncia sentirse "prisionera" en su propia casa. "Este 23, 24, 25 y 26 de diciembre los he pasado encerrada en casa. No he podido salir porque siempre había coches aparcados en la puerta del callejón, que es zona amarilla ya que además hay un garaje justo en frente y a este vecino también le afecta. He tenido que anular hasta una cita con el médico", explica a este medio.
Lourdes sufre desde hace más de 20 años la enfermedad neuromuscular degenerativa de Charcot-Marie-Tooth, que afecta al tronco inferior y superior de su musculatura y que le obliga a depender de una silla de ruedas eléctrica. Una silla de ruedas que, debido a su tamaño, no puede utilizar con comodidad en casa. "Es muy grande y mi casa demasiado pequeña. Mi vida en casa es muy difícil, pero fuera es todavía peor. Además del estacionamiento indebido de los coches, el callejón está lleno de socavones. He tenido que reparar las ruedas de la silla en varias ocasiones. Salgo con miedo porque siento que la silla me va a tirar".
Por si fuera poco, la situación de esta vecina de La Bajadilla se complica aún más. Sus dos hijos han heredado su misma enfermedad. "Al mayor no le ha afectado mucho, pero el pequeño, que tiene 13 años, ya tiene la enfermedad muy avanzada y no quiero que en un futuro se encuentre encerrado como yo", añade.
Lourdes asegura que ha pedido ayuda, en varias ocasiones, al Ayuntamiento, solicitando una vivienda adaptada y una solución al incorrecto estacionamiento de los vehículos en la puerta del callejón de su domicilio. "Por el momento lo único que puedo hacer es llamar a la policía cada vez que aparcan indebidamente, pero me da mucho apuro. No sé cuál es la situación de la otra persona para que acabe llevándose una multa. Algunas veces nos han hasta amenazado. Sé que todo tiene un proceso, unos plazos, que hay que respetar unos tiempos pero llevo más de 8 años esperando una ayuda. Estoy desesperada. Y ahora lo que más me preocupa es el futuro de mi hijo de 13 años".
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