La ciudad ha respondido. Ciudadanos de todas las edades han acudido a la ansiada cita, la llamada de los Reyes Magos. Es este tradicional arrastre de latas en donde se deja ver todo tipo de creaciones, donde todo vale con tal de disfrutar y de vivirlo al máximo. El Arrastre de Latas ya ha arraigado en la historia de Algeciras, que se transmite de generación en generación, convirtiéndose en toda una sensación y foco mediático por la ilusión y gran participación de los algecireños. Hoy 30.000 ilusionados se han congregado en las calles, con sus latas, alegría y sonrisas. Tres, dos, uno. Los Reyes ya están aquí.
Magia, ilusión y mucho ruido. Ruido de cientos de latas que han sonado en toda Algeciras, desde la Plaza Andalucía hasta el Llano Amarillo, desde donde Sus Majestades los Reyes Magos han desembarcado en un muelle del puerto de Algeciras. En sus manos han recibido la llave de la ciudad, entregada por el alcalde, José Ignacio Landaluce, quien también ha dado la bienvenida a los protagonistas y ha deseado un feliz año y felices Reyes.
Todo un río de ilusión y mucho ruido ha recorrido la mañana de este jueves, 5 de enero, víspera de la festividad de Reyes Magos, la ciudad de Algeciras en su tradicional arrastre de latas que ha vuelto a superar todas las previsiones, alcanzando 30.000 participantes y más de 3.000 dorsales repartidos. Así, las calles de Algeciras se han llenado de increíbles creaciones de latas ideadas por los familiares de los niños, desde un autobús del Algeciras CF, un castillo de Barbie, vehículos de Mario Bros, trenes, animales, pikachu... Un sinfín de estructuras a base de latas donde cualquier forma es bienvenida, desde las más atrevidas y elaboradas a las más simples como la típica hecha a base de una cuerda y filas de latas. Se trata de una cita muy especial que se ha convertido en una gran tradición que perdura en el tiempo y en la historia de Algeciras, una cita que se ha vuelto imprescindible en las agendas de los algecireños, que pasan la tradición de padres a hijos haciendo que se pase de generación en generación durante años.
Según la Asociación de Emprendedores del Patrimonio Algecireño (AEPA 2015), esta tradición se remonta al año 1900, por lo que han solicitado al Ayuntamiento de la localidad la protección del origen algecireño de la celebración, que cumpliría así 125 años en su próxima edición y sería más antigua incluso que la de tomar las doce uvas en Nochevieja, que se implantó en 1909.