Cinco pasos hacia la madurez criptográfica de la banca española

La adopción de activos digitales en España ha avanzado considerablemente, y no solo en forma de criptomonedas tradicionales como Bitcoin o Ethereum. Según datos del Banco de España, a finales de 2024, alrededor del 10% de la población adulta española ya poseía algún tipo de criptoactivo en su cartera

11 de Abril de 2025

La adopción de activos digitales en España ha avanzado considerablemente, y no solo en forma de criptomonedas tradicionales como Bitcoin o Ethereum. Según datos del Banco de España, a finales de 2024, alrededor del 10% de la población adulta española ya poseía algún tipo de criptoactivo en su cartera.

En los últimos años, grandes entidades financieras nacionales han solicitado u obtenido autorizaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para ofrecer servicios relacionados con cripto de manera regulada. Además, la entrada en vigor de las nuevas directrices europeas bajo el marco de MiCA ha aportado mayor claridad al sector.

Este avance no responde únicamente al interés del público general. Existen motivos concretos por los cuales la oferta de productos y servicios vinculados al ecosistema cripto está empezando a formar parte de las estrategias bancarias a medio y largo plazo. El camino hacia la madurez cripto de una entidad financiera puede dividirse en cinco etapas.

Desde la formación interna y la planificación de riesgos, hasta la integración de productos financieros descentralizados (DeFi). Esto incluye iniciativas más innovadoras como las criptomonedas de inteligencia artificial, que están ganando terreno al ofrecer soluciones avanzadas de automatización y análisis de datos.

Formación, estrategia y planificación (Nivel 0)

El primer paso para cualquier banco que quiera adentrarse en el mundo cripto es designar a una persona responsable del área, que se encargue de liderar la creación de un equipo multidisciplinar. No es imprescindible que se trate de un experto técnico, pero sí debe contar con conocimientos suficientes para estructurar el equipo de forma coherente.

A esto se suma la coordinación con responsables de riesgos, expertos en cumplimiento normativo y equipos comerciales. En España, los principales bancos están impartiendo formaciones sobre tecnología blockchain y contratando perfiles especializados para detectar oportunidades de integración con plataformas ya existentes.

En esta fase, la elaboración de una “matriz de riesgos cripto” resulta fundamental. Las entidades españolas con un mayor apetito por la innovación pueden plantearse ofrecer servicios de custodia, mientras que otras optan por mantenerse en observación hasta que el marco regulatorio se consolide más claramente.

Desarrollo de negocio (Nivel 1)

Una vez definida la estrategia inicial y evaluados los riesgos, la entidad puede comenzar a planificar cómo rentabilizar su interés en el sector cripto. En esta etapa, se identifican los segmentos de clientes interesados. Permitir operaciones con criptoactivos, ajustando el nivel de exposición al riesgo que marque el área de cumplimiento, es un paso lógico.

En España, muchas entidades están trabajando para ofrecer productos básicos, como la compraventa directa de Ethereum, en colaboración con plataformas de intercambio reconocidas. Algunas permiten incluso vincular cuentas bancarias con plataformas cripto, reduciendo la fricción entre las finanzas tradicionales y el nuevo ecosistema digital.

Esto refleja un cambio de mentalidad, ya que en el pasado muchas entidades mostraban reticencias debido a la incertidumbre que rodeaba a las criptomonedas. En esta fase, una herramienta clave es el análisis on-chain, que permite verificar el origen de los criptoactivos y evaluar su trazabilidad.

Productos sintéticos con criptoactivos (Nivel 2)

La siguiente fase en la madurez cripto de una entidad financiera implica la oferta de productos sintéticos. En lugar de operar con depósitos directos en criptomonedas, el banco pone a disposición de sus clientes instrumentos que replican, de forma “sintética”, la evolución en el valor de estos activos.

Es el caso de los ETFs vinculados a Bitcoin o Ethereum, que en los últimos años han ganado aceptación en los mercados financieros tradicionales. Este tipo de productos permite a los inversores beneficiarse de la revalorización (o depreciación) del criptoactivo sin necesidad de gestionar carteras digitales ni claves privadas.

Varios bancos de la Unión Europea ya estarán ofreciendo estos ETFs, aprovechando la estandarización regulatoria que proporciona el marco MiCA. En esta etapa también se abre la puerta a la expansión hacia una clientela institucional más amplia. Fondos de inversión y gestores de patrimonio suelen buscar productos regulados para diversificar sus carteras.

Habilitación de depósitos en criptomonedas (Nivel 3)

El cuarto paso se alcanza cuando el banco decide aceptar depósitos en criptomonedas directamente, convirtiéndose así en custodio de criptoactivos. Para habilitar este servicio, normalmente es necesario establecer alianzas con empresas especializadas en soluciones de custodia.

Para el inversor, la principal ventaja es poder centralizar la gestión de sus activos, tanto fiduciarios como digitales, en una única cuenta bancaria. Para la entidad, este modelo representa una nueva fuente de ingresos, ya sea a través de comisiones por custodia o mediante servicios de asesoramiento especializado.

En España, tanto la CNMV como el Banco de España han emitido guías y recomendaciones dirigidas a las entidades interesadas en avanzar hacia este modelo, con el objetivo de garantizar la seguridad de los depósitos de los clientes.

Integración con DeFi y otros productos avanzados (Nivel 4)

La etapa final, y sin duda la menos extendida en la actualidad, es la incorporación de soluciones de finanzas descentralizadas (DeFi) a la oferta bancaria. Aunque el marco legal europeo actual no cubre por completo las operaciones DeFi, algunas entidades ya están explorando su potencial.

Esto incluye, por ejemplo, permitir que los clientes utilicen sus criptoactivos como garantía para préstamos descentralizados, o participen en protocolos de yield farming. Es cierto que se trata de un paso complejo, que exige una infraestructura tecnológica sólida y un seguimiento constante de las discusiones regulatorias, ya que muchos de estos productos aún no encajan claramente dentro de los marcos legales tradicionales.

 

Etiquetas: