Bernardo Martínez: "El arte no se explica, se siente"

29 de Enero de 2016

Entre bustos de barro, cuadros, herramientas y olor a pintura, nos recibe en su taller de trabajo Bernardo Martínez Torres, escultor barreño al que todos conocen y admiran por las verdaderas obras de arte que ha realizado para Los Barrios. La calle Corredera lo vio nacer, y fue allí donde comenzó con sus primeras pinturas. De manera autodidacta fue aprendiendo el oficio que siempre le ha gustado, ser artista. Bernardo abre las puertas de su lugar de inspiración a El Templete, para compartir con sus lectores la belleza y el encanto de su profesión.

Pregunta: ¿Cómo recuerda su niñez en Los Barrios?

Respuesta: Nací en la calle Corredera. Mi padre trabajaba en el campo, en las corchas y desde niño tuve que a echarle una mano. Con 12 años me fui con él, arrimando el agua a la gente, cargando el corcho. Estuve unos cuantos años en el campo.

P: Un trabajo duro.

R: Mucho, desde que amanece hasta que se pone el sol trabajando. Cortar la corcha durante todo el día con el hacha en la mano, recogerla del suelo agachándote en todo momento. El trabajo de campo es duro.

“Mi primera exposición la realicé con 16 años”

Bernardo MartínezP: Sin embargo, le dio tiempo de ir al colegio.

R: Sí, estuve en varios colegios de Los Barrios, algunos no están, como el de Las Perenholas.

P: ¿A qué edad decide que se quiere dedicar al arte?

R: Desde pequeño. Comencé a dibujar en el colegio y mi primera exposición la realicé con 16 años en el Casino.

P: ¿Cómo surge esa primera exposición?

R: Cuando pintaba algún cuadro siempre lo enmarcaba para mi casa. Mi madre me los pedía para ella. Un día me encontraba enmarcando unas acuarelas en lo de Juani “la de los cuadros” y llegaron Ángel Salazar y su hermano Jesús. Ambos me propusieron exponer esos trabajos en el Casino de Los Barrios. Y así lo hicimos.

P: Es a partir de entonces cuando comienza con sus exposiciones.

R: Exacto. Fue a partir del año 1984. Comencé a pintar y estuve exponiendo mis trabajos hasta el 91-92. Recorrí Algeciras, La Línea, San Roque, Estepona, Gibraltar, etc. A partir de ese momento comenzaron mis trabajos para el Ayuntamiento y abrí mi empresa, por lo que tuve que dejar de pintar. No tenía tiempo.

“En la cultura y la escultura nunca dejas de aprender”

P: Pasó a dedicarle más tiempo a las esculturas

R: La verdad es que siempre me han gustados estas dos modalidades del arte, pero comencé dedicando más tiempo a la pintura. Entonces me encontraba dando clases de pintura en Algeciras con Juan Jiménez, un  profesor que preparaba a la gente que iba a estudiar Bellas Artes, tendría unos 20 años. A sus clases solo pude ir dos meses por motivos de trabajo. Un día necesitábamos una escultura de escayola para aprender a pintar con volumen. Me encargó que hiciera una cara egipcia. Cuando vio la obra de escayola me aconsejó que me dedicar a esculpir. A partir de ese momento comencé a tomarme la escultura más en serio.

Bernardo MartínezP: Aprendió de manera autodidacta. No fue a ninguna escuela de arte. ¿Cómo se consigue?

R: Vas aprendiendo de tus errores. En la pintura y la escultura nunca dejas de aprender. Nunca vas a decir que algo está perfecto. Siempre vas descubriendo cosas nuevas. Mi amigo Vicente Viñana, un valenciano de 78 años que vive en San Roque, siempre me dice “Bernardo, sigo buscando y descubriendo”. Tiene casi 80 años y ha dedicado todos los días de su vida a la pintura, por lo que a mí todavía me queda por seguir aprendiendo.

“El artista nace”

P: ¿Su primera escultura?

R: El Portal de Belén de mi casa –bromea-. Hacía muchas figuritas del nacimiento para mi madre.

P: ¿El artista nace o se hace?

R: El artista nace. Si no tienes nada, por mucho que hagas Bellas Artes, que está muy bien, te quedas en la teoría. No puedes ponerlo en práctica. Así lo pienso, no porque no haya podido estudiar esa carrera, que me hubiera encantado, sino porque luego tienes que crear tú. En mi casa lo que había era mucho trabajo. Recuerdo que dibujaba desde muy pequeño, ya en la escuela hacía mis cositas dibujando.

P: ¿Ha recibido ayuda?

R: Realmente he sido yo mismo el que he ido descubriendo mi forma de hacer las cosas. Económicamente me ayudó mucho una mujer canadiense que vivía en Los Barrios. Se llamaba Margaret Burcker, era coleccionista de cuadros. Cuando tenía 15 años ya me compraba todo lo que pintaba.

“He ido descubriendo mi forma de hacer las cosas”

Bernardo Martínez-23 copyP: ¿A qué edad comenzó a trabajar para el Ayuntamiento de Los Barrios?

R: A los 17 años, y todavía sigo haciendo trabajos para el pueblo. Antes no me pagaban las obras como tal, sino que los trabajos formaban parte del mi sueldo. Más tarde, hará unos 20 años, fundé mi empresa, “Ilusionarte”, en la que trabajo también con mi hijo y mi sobrino. Tenemos encargos no solo de Los Barrios, sino de otros pueblos de dentro y fuera de la comarca. Sobre todo nos piden carrozas para cabalgatas. Hace unos años hacíamos muchas escenografías, pero se ve que ahora deciden hacerlo de otro modo para ahorrase dinero.

P: ¿Qué es lo que más le gusta del arte?

R: No sabría qué decir. Ahora mismo estoy pintando, solo quiero pintar. Cuando me pongo con la escultura, solo quiero esculpir. Ambas cosas me encantan. También me gusta mucho trabajar la madera. De hecho la virgen de Los Cortijillos la hice a tamaño natural de manera.

P: ¿En qué se inspira cuando  empieza una obra?

R: Por ejemplo, en la imaginería me suelo inspirar en caras de personas. Nunca puede ser la misma cara, pero sí cojo rasgos. Muchas veces me quedo con rasgos de personas de mi familia y hago una composición a mi manera. Además, sin querer se quedan. Una vez hice el busto de un Cristo para una exposición en Jaén y algunos me preguntaron si me había esculpido a mí mismo. Sin querer, dibujé el boceto con rasgos míos. Dicen que suele pasarle a los imagineros cuando crean sin inspirarse en ningún modelo, cogen rasgos físicos de su propia persona.

P: Su mejor obra.

R: Está por llegar.

P: Lo que más trabajo le ha costado crear.

R: El proyecto que estoy llevando a cabo ahora mismo para el pueblo. Es secreto, todavía no puedo contar nada.

Bernardo Martínez-5 copyP: Los escenarios de los actos de coronación de nuestra feria están realizados por sus manos. Ha hecho trabajos como el castillo de Disney, la máscara funeraria de Tutankamón, el Tajo de Ronda… ¿Con cuál se queda?

R: Me gustó mucho como quedó la máscara funeraria de Tutankamón, también el Tajo de Ronda, hay muchos que me encantaron. Y por supuesto este último, el San Isidro a tamaño gigante.

P: Cuando montan el escenario, se para en mitad de la plaza y lo observa, ¿qué siente?

R: Mucha satisfacción de haber realizado algo tan grande. Muchas veces pienso “es que es enorme”. Me meto en cada “embolao” –bromea-.

P: ¿Se ha planteado alguna vez salir del pueblo y emprender su carrera fuera?

R: No. Tuve la oportunidad de hacer fallas para Valencia, hubiera ganado mucho dinero, pero no merece la pena. Tengo a mi mujer y mis hijos aquí, no compensa estar lejos de ellos para ganar más.

P: Una imagen necesita vida y sentimiento, ¿cómo lo consigue?

R: No puedo explicarlo. El arte no se explica, se siente.

P: Hizo una escultura de Agostinho Neto, primer Presidente de Angola, que está expuesta en su país, ¿cómo llegó ese trabajo?

R: Llegó a través del Atanasio. Tenía un vecino cuya novia trabajaba en la Junta de Andalucía. El hermano de ésta tiene una empresa en Angola y estaban buscando un escultor para hacer una escultura de Neto. De alguna forma, este hombre vio el Atanasio y de momento se pusieron en contacto conmigo. Fue una obra a tamaño natural, el cuerpo entero.

"Me hizo mucha ilusión realizar la réplica de San Isidro"

Bernardo MartínezP: La réplica de San Isidro.

R: Fue una obra encargada por la propia hermandad, ya que el original tiene muchísimos años. Le llovía algunas veces en el camino y eso lo deterioraba. La idea que tenía Pepe Álvarez, que entonces era Hermano Mayor de la Hermandad de San Isidro, era hacer una réplica para sacarla en Romería. Y nos pusimos manos a la obra. Está hecho en resina de poliéster con carbonato cálcico que es como el mármol. Todo el proceso exterior lo realicé en óleo, utilizando oro fino para el pan de oro. El estofado, que es la policromía de la imagen, lo hice como se hacía antiguamente, con huevo de gallina y pigmentos naturales de la tierra.  Fue un regalo que hice para el pueblo. La Hermandad me abonó solo el coste de los materiales.

P: ¿Qué supuso para usted realizar este trabajo?

R: Mucha ilusión y a la vez responsabilidad. Cuando veo la imagen en la calle me llena de orgullo. Una obra realizada por mí y bendecida.

P: ¿Cuánto tiempo le llevó hacer esta obra?

R: No sabría cuantificarlo, pero muchísimas horas. Cuando haces la réplica de una imagen religiosa tiene que ser exacta, para que cuando la gente la vea le tenga la misma fe. De hecho, hay personas que todavía no saben que es una réplica. Eso es lo que hay que conseguir, que se parezca al máximo.

P: También le encargaron la escultura del Club de Los Leones de Ceuta.

R: Sí. Esta obra consistía en la moneda, que es el símbolo de esta organización. Lo hicimos en fibra de poliéster, porque el bronce se iba de precio y se trataba de hacerlo lo más económico posible, ya que es una ONG que se dedica a ayudar a  la gente.

P: ¿Suele ver exposiciones de artistas tradicionales de renombre?

R: No todo lo que me gustaría. Por esta zona no suele haber este tipo de muestras, pero cuando puedo me escapo al Museo del Prado de Madrid. Ahora quiero ir a ver las obras de Joaquín Sorolla.

P: Todo el mundo le conoce también por ser un gran aficionado al carnaval. Salió por primera vez en 1989 con ‘Enriqueto y los bufones inquietos’.

R: Sí, una chirigota que sacó mi suegro. Ya en 1992, con ‘Los flautistas de Hamelin’ fuimos al concurso de Cádiz. Fue la primera vez que una agrupación barreña pisó las tablas del Gran Teatro Falla.

"Noto el apoyo de la gente de mi pueblo"

P: No sale en carnaval desde 2008, ¿lo echa de menos?

R: Muchas veces sí. Lo que pasa es que es muy sacrificado. Estuve saliendo muchos años, me quitaba mucho tiempo de estar en casa. Salía de trabajar y corriendo al ensayo. A mí me encanta el carnaval y cuando llega la fecha pienso “tendría que haber salido en alguna agrupación”. Siempre te queda la espinita, pero durante los cuatro meses de ensayo es un sacrificio muy grande.

P: Su hijo está siguiendo sus pasos

R: Sí. Tengo ya 50 años y esto hay que sacarlo hacia adelante, le toca a él. Mi hijo tiene habilidad pintando, aunque necesita desarrollarla.  A mis dos hijos les gusta el arte.

P: ¿Se siente profeta en su tierra?

R: Sí. Noto el apoyo de la gente de mi pueblo, sobre todo los días previos a la coronación, cuando comenzamos a montar el escenario. La gente está expectante y ansiosa por saber qué es lo que van a ver cada año. Cuando todo está listo ves la ilusión de tus paisanos y eso te motiva para seguir creando.

P: Le han propuesto ser el próximo Hijo Predilecto de Los Barrios. ¿Qué se siente ante tal propuesta?

R: Es mucha responsabilidad, pero una gran emoción. Mis hijos están muy contentos con esta iniciativa. Ser Hijo Predilecto de tu pueblo es un orgullo muy grande.

P: Si Los Barrios fuera una escultura en sus manos, ¿cómo la moldearía?

R: Los Barrios sería una escultura en bronce, y la haría de manera sencilla con tintes de hospitalidad.