Muchas veces se abusa de la expresión marcar un antes y un después, y no siempre se ajustan a la realidad. La chirigota Cine Cómico sí lo hizo para el Carnaval de Algeciras. Fue en el año 1983 cuando un grupo de jóvenes algecireños se aventuró a formar una chirigota que se vistió de los clásicos cómicos de Hollywood. Un tipo y una interpretación que impactaron de tal manera en Cádiz que convirtió a esta agrupación en finalista del concurso del Teatro Falla, un hito que ninguna chirigota de la comarca ha logrado repetir y hasta el primer premio del cuarteto Ozú Opá (2002) no lo consiguió ningún conjunto algecireño ni campogibraltareño. Este Carnaval se cumplen 40 años del nacimiento de aquella mítica agrupació, que convirtió a cientos de vecinos en aficionados y carnavaleros. En su honor se fundó una de las pocas peñas carnavalescas que aún hoy sobrevive en la ciudad. En ella, y durante la celebración de la XXX Inesperada popular que se ha celebrado este sábado, entrevistamos a José Mayor Pozo, El Gallo, director de la chirigota algecireña por excelencia.
"Marcó y sigue marcando en Algeciras y la provincia, todavía no la han superado. Me gustaría que hubiese en la comarca una chirigota que superara ya a Cine Cómico, no es por nada, sino para que se viera que el Carnaval sigue adelante", apunta el Gallo.
El Charles Chaplin especial se emociona al recordar aquella magistral chirigota desde la distancia de cuatro décadas. "Tengo un dolor muy grande, porque me faltan muchos, quedamos seis y éramos 16. Ahora mismo nos estarán viendo todos los que no están aquí, han hecho seguro una chirigota ahí arriba, se han ido antes que yo y me han dejado aquí abajo", comenta el Gallo, que hoy ha recogido un nuevo reconocimiento que, dice, no es para él sino para toda la chirigota. "Me acuerdo mucho de ellos porque eso era una familia y cuando llegan los momentos en los que se acuerdan de ellos me encanta, me entran ganas de llorar", nos dice.
Cuando se le pregunta por los recuerdos de aquel año 83 se le agolpan. "Son muchos", pero acierta a atrapar uno de ellos: "Nosotros íbamos como principiantes, era la primera vez que íbamos a Cádiz, y éramos ignorantes pero con muy poca vergüenza, como hay que ir. Es más, nos llamaron la atención porque cuando íbamos al Falla nos pusimos en la puerta a cantar, y nos dijeron algunos gaditanos que nos íban a descalificar, nosotros no sabíamos nada...".
"Fue un pelotazo", comenta el ilustre chirigotero. "¿El tipo? El tipo era para rabiar. Estando nosotros en el camerinos -afirma mientras señala una foto que la peña ha puesto sobre el escenario de la Inesperada- nos cogió Juan Rivero -chirigotero de San Fernando que consiguió numerosos premios- y nos pidió que le presentarámos uno a uno cada personaje", relata orgulloso el Gallo. "Luego hicimos muchas chirigotas, íbamos todos los años a la erizada, tantos recuerdos...", se emociona.
Al preguntarle por el Carnaval actual apunta que últimamente no está muy metido ya que dejó a un lado la fiesta a un lado cuando, cuenta sin acritud, dejó de ir a las reuniones de los antifaces de oro y le denegaron la entrada en el Florida. Qué cosas. Eso sí, dice lo ve un "un poco decaído". "No sé si por la pandemia, por el parón o que no se está haciendo las cosas bien", añade el chirigotero, que lo que no deja es su Algeciras Club de Fútbol.
José Mayor Pozo, el Gallo, se vuelve a las fotos de la pared y señala a los que están y los que le faltan, entre ellos su hermano el Juani, el Groucho Marx más chirigotero que ha existido nunca, mientras sigue llegándole recuerdos de hace 40 años. Frente a él, se dispone todo para dar comienzo a la XXX Inesperada, que regresa tras dos años de pandemia y que este año es pregonada por su sobrino Javier Mayor Rodríguez, chirigotero y comparsista, una de las muchas flores de aquella semilla que la chirigota Cine Cómico puso en el Carnaval Especial.