El Ayuntamiento de Castellar de la Frontera y el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Cádiz presentan mañana en el Salón de Plenos a las 19.30 horas la obra ‘Castellar de la Frontera, aproximación a la historia de una fortaleza medieval’, una publicación de 398 páginas que sale a la luz por el Cincuenta Aniversario del Pueblo Nuevo de Castellar de la Frontera, treinta años después de su última edición.
El dirigente municipal destaca la importancia de la publicación, “hace casi treinta años que se editó en papel la última publicación de este libro de historia que es un referente para académicos y sobre todo los castellarenses”. Asimismo ha querido dedicar unas palabras de agradecimiento a su autor. “Torremocha es la persona que mayor valor ha dado a nuestro archivo municipal y su libro de historia es fundamental para conocer nuestro pasado”.
Vaca añade una de sus singularidades más extraordinarias, “un joven Antonio a principios de los ochenta accedió al archivo de la Casa Ducal Medinaceli en Sevilla antes de que se llevaran a Toledo parte fundamental de nuestra histórica local, gracias a su primera investigación conocemos documentos que tendrían difícil acceso hoy en día.”
Por su parte, el autor es una de las personas más ilusionadas con esta nueva publicación. Torremocha llegó a Castellar de la Frontera como maestro de EGB en 1979, con 29 años y toda una carrera académica por escribir. “Mi flechazo con el Castillo y el convento fue inmediato”, y de ese amor nace la investigación que llevó a publicar una primera y pequeña edición.
Desde entonces hasta hoy el historiador algecireño Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia Medieval, ha sido profesor agregado de bachillerato y profesor Tutor de la UNED de Historia Medieval. Fue director del Museo Municipal de Algeciras y es Académico de Número de la Academia Andaluza de la Historia entre otros tantos puntos de su currículum.
La nueva obra amplía la edición de 1993 con la Historia de la imagen del Santo Cristo de la Almoraima y un somero estudio de las ordenanzas municipales que existen en el archivo desde 1521. Gracias al estudio de esas ordenanzas podemos conocer cómo se administraba la vida en el término municipal donde la Casa Medinaceli gobernaba a su arbitrio la finca más grande regalada en este país a una casa ducal por sus servicios a la Corona: La Almoraima.