La defensa del piloto del helicóptero de Aduanas que cayó al mar durante una persecución a una narcolancha y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) desmienten que el piloto haya culpado al copiloto y al funcionario fallecido del accidente durante su declaración en la causa judicial que se celebra en el Juzgado Mixto Número 1 de San Roque.
Sepla explica que el comandante de la aeronave siniestrada, asistido en su defensa por los servicios jurídicos de Sepla, explicó de una manera objetiva y pormenorizada, siempre desde un punto de vista estrictamente técnico y en consonancia a lo obrante en la instrucción y actuaciones de diversas autoridades, en qué consiste la operación de aduanas, así como las concretas circunstancias en que se desarrolló la operación con trágico desenlace.
El director de la asesoría jurídica del sindicato, Óscar Orgeira, ha explicado a 8Directo que "en ningún momento se culpó al funcionario ya que lo que se contó en sala fueron exclusivamente hechos objetivos".
En este sentido, afirma que el copiloto no cantó los datos del variómetro sobre la velocidad a la que bajaba la aeronave durante la persecución. Ofrecer esta información al comandante en tiempo real durante la operación, junto a la altitud, es responsabilidad del copiloto. Se trata, según Orgeira, de una información fundamental puesto que durante una persecución de estas características y nocturna el piloto pierde la perspectiva de la dirección y velocidad a la que conduce. Sin esos datos, es como si pilotara a ciegas.
La magistrada, a la vista del detallado testimonio relatado de forma objetiva, decidió suspender la declaración del copiloto del helicóptero siniestrado en calidad de testigo prevista para el 23 de noviembre y aplazar su comparecencia, esta vez en calidad de investigado, al entender que en este tipo de operaciones ambos tripulantes desempeñan una concreta y reglada función en la operación y es en esos términos, en los que las acusaciones plantean sus posiciones.
De hecho, será el próximo 23 de enero cuando el copiloto acuda a declarar junto a los funcionarios de Aduanas que se encontraban en la lancha durante la persecución. También se dirimirá ese día la petición de una de las acusaciones particulares (del hermano y los hijos del fallecido) para que el comandante A.O. no vuelva a pilotar.
Asimismo, Orgeira plantea el porqué el fallecido no había recibido los cursos de preparación (que no son obligatorios en su caso) para proceder en este tipo de accidentes. Mientras que piloto y copiloto sí tenían esa preparación (en sus casos si es obligatoria) y utilizaron la bombona de oxígeno nada más salir de la aeronave tras el accidente, el funcionario no la usó.
No obstante, la defensa recuerda que el comandante y el fallecido eran íntimos amigos y que O.A. se encuentra "roto".