Mujeres LGTBI: la lucha por vivir sin miedo

Con motivo del Día del Orgullo recogemos los testimonios de tres mujeres del colectivo que comparten con 8Directo sus vivencias, sus preocupaciones y sus miedos

Periodista
28 de Junio de 2023
Mujeres LGTBI: la lucha por vivir sin miedo. En esta imagen, Mireya junto a su mujer y su hijo.

Orgullo. Más allá de ser una celebración, la fiesta de la libertad, de la diversidad y la inclusión, que también, el Día del Orgullo es un momento de reivindicación, de recordar que los derechos no se negocian, nunca, seas quien seas y ames a quien ames. Un momento para continuar reclamando, aún a día de hoy, la igualdad de derechos y oportunidades, en este caso, hoy 28 de junio, para las personas del colectivo LGTBIQ+, para visibilizar y ocupar los espacios que les pertenecen, como a cualquier otra persona, en el día a día cotidiano, a la hora de formar una familia, en el arte, en el ocio, en el deporte...

Estas son, precisamente, las demandas de las tres protagonistas de este artículo que lanzamos hoy en 8Directo con motivo del Día del Orgullo. Los testimonios de tres mujeres del colectivo, Mireya (La Línea), María (La Línea-San Roque) y Azahara (Algeciras), que comparten sus vivencias y sus preocupaciones, gritando hoy más orgullosas que nunca que quieren vivir sin miedo. Porque la palabra miedo es una de las más frecuentes en cada uno de sus relatos. Deja mucho que pensar.

Mireya: "Dónde está escrito que familia solo sea un hombre y una mujer"

Mireya Mesa López, 39 años, La Línea de la Concepción. Trabajadora social. Acaba de ser madre, junto a su mujer, Lola, de un precioso bebé. Aprovecha la siesta del pequeño Nico para explicarnos a través del teléfono que, aunque afortunadamente en su caso, en su familia, en su círculo de amigos, en el trabajo, no ha sufrido ningún tipo de discriminación por ser lesbiana, sí que ha encontrado algunos "impedimentos" de tipo administrativo y burocrático a la hora decidir ser madre junto a su pareja. "Una pareja heterosexual no tiene que estar casada para tener un hijo, pero nosotras sí. Es más, cuando fuimos a Cádiz para iniciar el tratamiento de fecundación in vitro, tuvimos que presentar el libro de familia. A una pareja hetero no le exigen tener que demostrar nada".

Anima a todas aquellas parejas del colectivo que estén pensando en formar una familia a que den el paso. "Aunque pueda dar un poco de miedo, de reparo, es una experiencia maravillosa, y está muy bien que se pueda hacer por la Seguridad Social, no todos podemos pagar 10.000 euros de un tratamiento que no sabes si va a salir bien o no". El debate sobre la "familia convencional" le parece "absurdo". "Familias hay de todas las clases, siempre las ha habido, familia no solo es un padre y una madre, familia es una madre que ha críado a sus hijas sola, un abuelo que cuida de sus nietos, dos madres, dos padres, la palabra familia es muy amplia, familia son tus amigos también. En qué libro está escrito que familia solo sea un hombre y una mujer". 

Destaca las dificultades que enfrenta a diario el colectivo, en general, y las mujeres LGTBI, en particular. "Difícil lo tenemos todo el colectivo pero sí es verdad que el hombre gay está ya más aceptado, se ha hecho más visible. Ellos llevan más años de lucha. Nosotras tenemos que seguir luchando para que sea tan normal ver a dos hombres cogidos de la mano como a dos mujeres".

Por esto defiende que todavía es necesario seguir reivindicando el Día del Orgullo: "Todavía nos pegan palizas, nos matan por ser lo que queramos ser y amar a quien queramos amar. Yo ahora mismo, con todo lo que se escucha, me da miedo, me da pavor salir de La Línea e irme de vacaciones fuera con mi familia, que si agredieron a una pareja de lesbianas en el parque de la Warner, a una mujer transexual en el metro de Barcelona. No hay un día del hetero, precisamente, porque a los heteros no les pegan por la calle, no te echan de casa por ser hetero...en este sentido, en ese odio que hay ahora estamos peor que hace 10 años, por eso hay que seguir luchando".

Mireya y su bebé Nico

María: "Es más fácil ser gay que lesbiana"

María Pasadas Martín, 29 años, La Línea de la Concepción-San Roque. Psicóloga y cineasta, reside actualmente en Granada, donde desarrolla su carrera profesional. Este año se ha estrenado como escritora con El destello de los cuerpos, su primera novela de ciencia ficción.

"En todo lo que hago me gusta visibilizar siempre a personas que pertenezcan al colectivo, pero no suelo contar historias que giren únicamente en torno a esto, sino que con normalidad, con naturalidad, como en la vida misma, tratar, por ejemplo, la historia de amor de una pareja de chicas de la misma forma que se trata la historia de una pareja heterosexual. Normalizar historias que no giren en torno exclusivamente a la homesexualidad sino que la homosexualidad aparezca de la misma forma, tan normal y abundante como las historias de heteros. Es importante tener esa representación en el arte, en el cine, sin etiquetas, porque las personas del colectivo existimos y por el hecho de existir tenemos que ser y estar representadas", señala. 

Reivindica la necesidad de seguir conmemorando el Orgullo, hoy y todos los días del año, porque la discriminación hacia el colectivo está ahí. "Es diaria y estructural. Es social, está tan presente en el día a día que te hiere los ojos. El hecho de ir paseando por Madrid y encontrarte representada en una pancarta donde te están tirando a la papelera...las personas del colectivo vivimos con un miedo interiorizado que no lo tiene una persona heterosexual".

Defiende además el Orgullo como fiesta, la fiesta de la libertad: "Además de la reivindicación, que debe estar siempre presente, está la fiesta, el celebrar en un espacio muy seguro, es necesario también ese momento. Nunca nos sentimos tan seguras como en el Orgullo". Denuncia, por otro lado, la doble y hasta triple discriminación de las mujeres dentro del colectivo: "Es más fácil ser gay que lesbiana y ya no te digo una mujer trans".

María Pasadas, psicóloga, cineasta y escritora

Azahara: "Me encantaría jugar al fútbol, aunque me da miedo"

Azahara Ortiz, 27 años, Algeciras. Graduada en Periodismo, actualmente reside en Madrid. Allí trabaja en su tesis doctoral, mientras imparte clases en la universidad y descubre al mismo tiempo todo un nuevo mundo lleno de posibilidades y oportunidades de ocio y disfrute para una chica transexual. Una chica como otra cualquiera. Tras el cambio de nombre, Azahara espera ahora su nuevo DNI. 

Muy aficionada al deporte, esta joven algecireña juega en un equipo de baloncesto de personas trans y entrena con un equipo de fútbol femenino. "Es genial que existan estos espacios, que en un equipo femenino como es el Puerto de Vallekas me den la oportunidad de entrenar con ellas. Todavía no puedo competir, hasta que no tenga el DNI y demás. Con el equipo de baloncesto, Transket, participamos además en una liga, la liga Gamberra, que no es oficial ni nada pero nos sirve para competir entre nosotres y echar un buen rato".

Para Azahara, este tipo de actividades deportivas le ha servido para "hacer piña" y disfrutar, como cualquier otra persona, del deporte. "En el equipo de baloncesto hemos hecho un grupo súper bueno, estamos muy a gusto, aprovechamos para hacer deporte, jugar y echar el rato". Esa es su justa y humilde pretensión, no hay más: "Yo soy una persona que juega por diversión simplemente. Si consigo finalmente jugar al fútbol, si tengo el nivel y tal, y puedo jugar federada sería genial, pero me da un poco de miedo, aunque no debería. Lo único que quiero es echar un rato como cualquier otra chica". Aprovecha para reivindicar un Orgullo alternativo más crítico y no "tan comercial". "Al final hay que seguir reivindicando porque los derechos pueden desaparecer muy rápido".

Azahara junto a su equipo de baloncesto Transket