Paco Mena, presidente de la plataforma antidroga Coordinadora Alternativas, lleva años luchando contra el narcotráfico y sus consecuencias en el Campo de Gibraltar, lo que lo convierte en una voz más que autorizada en la materia. Por ello, cuando un grupo de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo llegó a Algeciras y Barbate para conocer de primera mano la situación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado frente a las mafias, mantuvo una reunión con Mena, quien además es presidente de la Federación Provincial Nexos.
Esta semana se han conocido las principales conclusiones del informe y Mena, que aún no ha tenido acceso al mismo, se ha mostrado “totalmente de acuerdo en que se reconozca como profesión de riesgo a policías, guardias civiles, aduaneros y funcionarios de prisiones”, pero lamentó que el texto europeo haya “dejado pasar la oportunidad de entrar en el fondo del problema”, que, asegura, radica en el aspecto social.
Es una reivindicación habitual de Paco Mena en casi todos los foros. “Tenemos que abordar el problema desde su raíz, y la raíz del problema es que el narcotráfico se alimenta del paro, la exclusión social y la falta de oportunidades”, asegura en la entrevista concedida a 8Directo.

“Hay que hacer algo más, que es intentar que nuestros jóvenes tengan la oportunidad de decidir entre un trabajo honrado o un trabajo no honrado en el narcotráfico. Ahora hay jóvenes que no tienen esa oportunidad de decidir, están excluidos totalmente y acaban captados por el narcotráfico”, añade.
El presidente de Alternativas recuerda que, desde que el actual Gobierno —con Fernando Grande-Marlaska al frente del Ministerio del Interior— puso en marcha el Plan Campo de Gibraltar, se han realizado 10.000 detenciones, pero el problema continúa. De hecho, los tentáculos del narcotráfico se han extendido a otras zonas como Sevilla, Huelva y el resto de la provincia de Cádiz. “La gente pensaba que este era un problema del Campo de Gibraltar porque nos gustaba traficar, y se han dado cuenta de que no”, indica.
Preguntado por medidas concretas, Paco Mena tiene clara la hoja de ruta: el Plan Integral para el Campo de Gibraltar. A su juicio, “el primer paso” para afrontar el problema del narcotráfico sería declarar una zona de especial singularidad exclusivamente para el Campo de Gibraltar, una propuesta que se viene planteando desde 2016 y que supondría una remuneración económica que premie la carga de trabajo por desempeñarlo en esta zona, además de una compensación en el orden de méritos para los funcionarios públicos de cualquier ámbito.
Mena también se refiere a la necesidad de hacer pedagogía con los más jóvenes que pueden verse tentados por el narcotráfico sin tener en cuenta las consecuencias y el peligro que ello supone. “Es muy peligroso; aquí estamos hablando de que hay gente a la que se secuestra, se tortura, se amenaza a las familias e, incluso, se mata en ajustes de cuentas. Por lo tanto, esa pedagogía hay que hacerla en los centros educativos, pero para hacerlo tenemos que tener conciliación presupuestaria y medios, tanto nosotros como el profesorado, los ayuntamientos o quien corresponda”, declara el presidente de Alternativas, que vuelve a considerar fundamental el reconocimiento de singularidad para esta zona.
Lamenta la situación de la comarca, a la que considera que tiene un gran potencial, y el abandono que sufre por parte de las instituciones. Hace un repaso a diferentes aspectos y da ejemplos para cada uno de ellos: la situación de la Justicia y Marzales, las infraestructuras o la A-7, además del proyecto del tren litoral con Málaga, que pretende excluir a La Línea.
“A nosotros no nos abandonó un gobierno u otro; a nosotros nos abandonó el Estado, que es peor”
Algeciras, ejemplo de convivencia
Mena también defendió el trabajo de la Fundación Márgenes y Vínculos, que preside, por su labor en la construcción de un modelo de convivencia ejemplar que existe en Algeciras, “a pesar de los intereses de algunos en hacer ver que no es así”.
“En Algeciras conviven 128 nacionalidades; el 15% de los habitantes de la zona sur, en barriadas como La Piñera o El Saladillo, son emigrantes, y el modelo de convivencia que tenemos es extraordinario”, insistió. Recordó que, tras el asesinato del sacristán de la Plaza Alta a manos de un yihadista, se quiso provocar a la ciudadanía para que culpabilizara a los inmigrantes y rompiera la convivencia, pero no lo consiguieron. “Los primeros que se manifestaron fueron los propios marroquíes y los imanes. Todo eso es señal de la buena convivencia que tenemos”, dijo Mena, que anunció que desde su asociación se va a seguir peleando para mantener ese modelo ejemplar que existe en la ciudad algecireña.

Eso sí, no ocultó que hay que encontrar soluciones a algunos problemas que se pueden generar, como es el caso de La Caridad, donde se concentran asociaciones, como Márgenes y Vínculos, que atienden a personas en exclusión social. “Cuando la asociación de vecinos de esa zona se quejó, le apoyé y lo comenté: no podemos hacer un gueto ni sobresaturar una zona de recursos sociales para los inmigrantes; creo que es un error”, afirmó Mena, que consideró que “hay que repartir los recursos por el resto de la ciudad o de la comarca y detectar qué es lo que está generando la problemática”.
Además, indicó que “el gran problema que se está produciendo y que crea alarma social en la zona es el de personas que tienen problemas de salud mental, que pueden ser inmigrantes o españoles, y que tienen que ser tratadas adecuadamente”. Insstó a seguir trabajando de la mano de los vecinos y el Ayuntamiento de Algeciras -algo que ya se hace- para encontrar soluciones.