Resaca dura. Una más en esta extraña y compleja temporada. De nuevo el Algeciras falló en casa y vuelve a los puestos de descenso. Casi huelga escribir que hasta el último día, ojalá que antes, todo estará por decidir. Mucho que analizar de la dolorosa derrota ante los isleños, al menos se salvó el gol-average, poco consuelo, la verdad. Iván Ania, en su comparecencia de prensa, ofreció argumentos para los que le están esperando desde hace tiempo e incluso para los que no. Que se defienda él sólo que sabe de como está montado esto, más que de sobra. Dicho esto, los insultos de gente que luego se indigna por un chiste grosero sobran.
Sin embargo, la afición, de nuevo, volvió a dar una lección de amor a los colores. El run-run de la grada pone nerviosos a algunos futbolistas. La misma platea que a nada que hacen algo positivo los intenta llevar en volandas. Ania dijo que “tengo la sensación de que el equipo está más cómodo fuera de casa”. Ahí se han quedado los que quieren cargar contra el asturiano “eso me gustaría cambiarlo”, añadió. Luego también apostilló lo de la salida de balón. Ahí le puedo dar la razón pero entonces, míster, hay que buscar alternativas. El San Fernando, otro equipo de los que regala atrás como nuestro Algeciras, hizo lo mismo que los rojiblancos en Majadahonda. Aprovechar sus opciones, incluso perdonó el segundo, y no conceder casi nada. Cierto es que hubo momentos para empatar, aunque sin mucha clarividencia, y al final decepción cuando existía una posibilidad de respirar algo antes del Clásico.
De nuevo marejada en el entorno, a falta de seis jornadas y con la entrada en el accionariado, nada que no se supiese pero que ya es oficial, de Mac Lackey, el inversor americano que se apoya en el director general Ramón Robert, que también se suma al proyecto como accionista. Esperemos y deseemos que el ambicioso plan del próximo año, ojalá se acierte, puede acometerse en esta preciosa Primera Federación.
Volvamos al fútbol. Cuestionado el entrenador sobre la idoneidad de disputar la próxima semana un partido que nunca es uno más, menos ahora y en la situación en la que están los eternos rivales, rememoró lo ocurrido la temporada del estreno. Tras el 4-0 de Cornellá llegó el primer triunfo en la historia de la categoría. Claro que entonces no había las urgencias de ahora. “Obviamente la situación es distinta pero ya sabemos que en estos partidos todo es difente”, aseveró el asturiano que, por ahora, mantiene inmaculada su trayectoria en los clásicos. Ha disputado tres, ha ganado todos y no ha encajado ni un sólo gol. Sirva como curiosidad que el del domingo será su cuarto y en todos ha tenido que saludar a un inquilino distinto en banquillo rival.
El partido más esperado se presenta rodeado de drama, no olviden que esto es sólo fútbol, y con una afición algecirista con dudas aunque consciente, en su mayoría, que no hay nada perdido y que todo se puede conseguir. Cuando acabe la temporada, ojalá que con la salvación, será el momento de analizar con calma lo acontecido. Lesiones, fichajes, planficación y errores, ahora sólo queda que todos los que aún están en el vestuario, profesionales, den ese paso al frente que es necesario. El que no pueda o no tenga el carácter suficiente que se aparte, como ya dejó claro el capitán Iván Turrillo, tras lo de Linares. Cierto es que algunos de los futbolistas están jugando mermados, pero queda muy poco y hay mucho en juego. Además de la estadística, de los nervios que habrá el domingo en el Municipal, hay datos para todos los gustos. Allí ascendió el Algeciras, pero ahora es una situación límite. Otra más de las que, curiosamente, parece gustarle a un equipo al que, a veces, se le acusa de falta de personalidad. Paradojas del fútbol.
Mientras tanto disfruten, sean felices y siempre Shiraaa