Duro fin de semana para el algecirismo y también para esta Resaca. La derrota en Pontevedra, en un mal partido de los de Ania pero en el que tuvieron dos ocasiones clarísimas para cambiar el resultado final, ha hecho mucho daños y ha llevado al equipo a los puestos descenso.
Una semana más repetimos que aquí se refleja la opinión simplente de servidor, pero recordamos que en refelexiones anteriores, y no muy lejanas en el tiempo, ya indicamos que era igual estar dentro o fuera de los puestos que condenan a la Segunda RFEF. De hecho, es la diferencia de goles la que pone el número en rojo en los nuestros ya que Badajoz y San Fernando tienen los mismos 31 puntos que figuran en el casillero de los algeciristas.
La realidad es que las sensaciones son las peores y en esa montaña rusa en la que se mueve buena parte, que no toda, de los que profesan esta bendita pasión, parece que es imposible ganar ninguno de los 11 partidos que restan. Algo que, desde lo irracional se puede entender, pero que obviamente no parece probable.
Con frialdad, si eso es posible en estos momentos, los que visten la zamarra algecirista necesitan vencer cuatro, casi mejor cinco, de los duelos que aún hay que jugar para terminar la competición. Usando el tópcio de Luis Aragonés en las últimas 10 jornadas se decide todo, casi mejor en el caso de los nuestros, añadan una más.
Alguno ve el calendario y se pone en lo peor. Nos puede, a servidor el primero, lo vivido en el pasado pero esta es otra historia, para lo bueno y también para lo malo. Que a priori, y con todo el respeto, es más fácil ganar en Pontevedra que hacerlo ante el Córdoba, no hay que ser Séneca paa afirmarlo y nunca mejor dicho ante lo que se avecina, pero esto es el bendito y puñetero fútbol.
Quedan 11 semanas de pasión, el que no lo quiera ver tiene todo el derecho del mundo. Como el que pide el cese de Ania, el que indica que hay que animar hasta el final y luego pedir cuentas y reprochar la temporada irregular de un equipo que no pensaba estar en esta situación, o el que considera que la categoría es tan bonita y dura que no hay más que seguir remando hasta el final, tanto cuando el río se empina como cuando la corriente te lleva.
En el calentón del duelo he visto, tienen todo mi respeto ya que nadie es tan grande como el Algeciras y su afición, muchos comentarios que piden la vuelta de Salva Ballesta. Vaya por delante que me considero admirador de Ania y del propio Ballesta, pero más allá de temas reglamentarios, es curioso que alguno aluda al de Zaragoza cuando era criticado, duramente, en su gloriosa etapa anterior. El fútbol y la razón, casi nunca, van de la mano.
De momento, salvo que servidor esté equivodado, mi equipo y el suyo no ha descendido. ¿Qué está en el jaleo metido? Es tan evidente con 31 puntos como ahora como si tuviese 32. A partir de ahí, y todos sabemos como está montando el deporte Rey, cada cual es libre de hacer lo que le venga en gana, faltaría más. Pero argumentos como los de la hombría, o los clásicos del dinero o que jugadores ya piensan en la próxima temporada, no sólo suenan a otra época, sino que nada tienen que ver con el fútbol que vemos hoy. Igual que respeto todas las opiniones pido lo mismo para la de servidor.
Pedir responsabilidades a la plantilla y cuerpo técnico, por supuesto, apoyo, no estaría de más, pero incido, quedan 11 partidos y hay caminos a elegir. Allá cada cual y Dios me libre de dar consejos, no los tengo ni para mi, pero estar en Primera Federación es muy bonito.
Creo que tanto los que apuestan por quemar el Mirador (ironía), como los que apelan a remar juntos, como los que critican después del juego y apoyan en los 90 minutos, como todo el algecirismo, está de acuerdo en que bajar, sin ser el fin del mundo que hemos estado peor, sería un mazazo. De momento, no se ha producido y ojalá no se produzca, es lo que, entiendo, queremos TODOS.
Mientras tanto disfruten, sean felices, gracias por la lectura y siempre Shiraaaa.